7º Hermano.

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Sunni:

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Sunni:

— ¿Salir? —pregunté entusiasmada.

— Si Sunni, no te pido que seas mi novia porque se que te negaras y dirás que es muy pronto para eso pero en este mes que nos hemos estado conociendo me la he pasado genial contigo, salgamos y tengamos citas juntos, por favor acepta —pidió acariciando mi rostro.

— Yo también me la he pasado genial contigo y si, sí quiero que comencemos a salir —esta vez fui yo la que tuvo la iniciativa de abrazarlo.

Jungkook me alzó y comenzó a darme vueltas en el aire, realmente siempre había querido conocer a alguien como el, tal vez suene arriesgado comenzar a salir con un chico que conozco desde hace un mes pero ya no quería ser más la niñita miedosa que no se abre al amor, porque quizá el era diferente, quizá no me usaría como Baekhyun lo hizo, quizá la vida lo puso en mi camino por algo y sea yo la que le quite ese personaje de chico malo que usa todo el tiempo.

— Sonará trillado pero creo que estoy comenzando a quererte —soltó un largo y fuerte suspiro, seguido de una sonrisa.

— Si que es trillado pues creo que yo también comienzo a hacerlo.

— Ven aquí, muñequita —me abrazó una vez más.


Flashback.

— ¡Eres una maldita idiota! ¿Como te gastaste diez mil dólares en solo dos días? —cuestionó enfurecido.

— ¡Cállate! Deberías estar feliz de que aun estando casados te deje acostarte con quien quieras y no me meta en tus negocios sucios, ami solo dame dinero cuando te lo pida y no tendremos problemas, Jeon. —replicó, aun más enojada e histérica que el.

— ¡Acepta tu adicción a apostar! Todo el dinero te lo gastas cada jodido día en esos casinos.

— ¡Que no soy adicta, carajo! ¿Cuantas veces te lo tengo que decir? —bufó indignada.

El pequeño Jungkook de ocho años observaba la discusión que tenían sus padres mientras se mantenía espiando por la puerta entreabierta.

— Mamá y papá están peleando de nuevo, ve a decirles que se calmen, Ji —avisó entrando asustado a la habitación de su hermano mayor.

— Tranquilo Kookie, iré a ver que está pasando, quédate aquí.

— Si, Ji.

El mayor se dirigió al despacho de su padre y abrió la puerta con fuerza, haciendo que ambos finalmente guardaran silencio.

— ¿Quieren ambos callarse? sus gritos se escuchan hasta allá afuera y asustan a Jungkook.—

— Todo es culpa de tu madre y su maldita enfermedad por apostar dinero —anunció un frustrado Jeon Joseph.

— ¡Déjame en paz, imbécil! —gritó Jeon Judith.

— Madre, papá tiene razón y necesitas ayuda, no puedes pasártela en el casino todo el día, Jungkook es solo un niño y necesita de su madre.

Secretos | Jungkook. En edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora