Capítulo 10

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Marinette

Alya seguía dormida y yo era tan inútil que lo único que podía hacer por ella en ese momento era sostener su mano.

Llevaba sedada un par de horas luego de que el médico y otras personas trabajaran arduamente en descubrir la causa del sangrado junto a la forma de detenerlo antes de que pasara lo peor. Y gracias al cielo lo habían logrado.

Adrien y Nino seguían allí. El primero hablando con el doctor a cargo de mi amiga y el segundo acomodando un hermoso ramo de flores que corrió a comprar apenas nos dieron las buenas noticias. Todo con la excusa de que Alya despertara en un lugar más acogedor pero a mí me pareció que también necesitaba un momento a solas para respirar pues sospechaba que ella se había vuelto más importante para él de lo que podía admitir.

- Gracias –le dije con una sonrisa sincera

- Deberías descansar –me aconsejo al tiempo que el rubio se nos unía y empezaban a oírse afuera los primeros sonidos del viento cuando sabes que va a llover.

Odiaba la lluvia.

- Estoy bien. Quiero estar aquí cuando despierte.

El asunto no tardo mucho tiempo porque al rato Alya comenzó a removerse lentamente en la cama luchando por abrir los ojos y buscando una explicación.

- M-Marinette –susurro volviéndose lentamente consiente de donde estaba– mi bebe...

- Todo está bien Alya, solo fue otro susto pero ya paso –le dije sentada junto a ella– el médico dice que estarás bien... tú y el pequeño Julian estarán bien.

Me miro buscando la verdad en mis ojos y al parecer la encontró porque de inmediato se relajó un poco soltando un sonoro suspiro

- Ya te dije que no se llamara Julian –balbuceo haciéndome reír a pesar del espantoso desastre que era yo.

Solo la abrace y ella me correspondió sabiendo que era lo único que nos calmaría.

- Lamento no haberte contestado. De verdad lo siento.

- Todo está bien, no te preocupes –dijo sin soltarme– supuse que alguien se estaba robando tu atención

- Mi culpa –admitió Adrien mientras me incorporaba a su lado– no lo vuelvo a hacer

- Tranquilo, aunque quisieras no podrías deshacerte de ella. La traes loca.

- ¡Alya! –grite espantada y avergonzada en lo que Nino llegaba con el doctor

Me sonroje, claro está, pero trate de apartarlo rápido de mi mente mientras le explicaban a mi súper amiga todo lo que había ocurrido.

Al parecer la placenta se desprendió en un síntoma claro de parto prematuro. Situación que no debía darse hasta dentro de dos meses más cuando terminara su embarazo, así que el medico enfatizó que su estado de salud seria extremadamente delicado durante los próximos días y por lo mismo debía cuidarse extra para lograr a lo mínimo treinta y cuatro semanas.

- Una vez alcanzado ese tiempo será más seguro dar a luz –explico mirándonos a todos

- ¿Y si no lo alcanza? ¿Qué pasara si nace antes? –pregunte siendo consciente de lo ignorante que soy con respecto a este tema

- Bueno, un bebe prematuro siempre es riesgoso –concluyo llenándome de pánico– por eso lo recomendable es que permanezcas aquí estos últimos dos meses para estar seguros de que todo marcha mejor, ¿de acuerdo?

Dos centavos por una canción. [Miraculous AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora