Capítulo 25

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Luka

No diría que llegar a las tres de la madrugada en monociclo podría clasificarse como un desastre.

Solo nos topamos con un par de chicos geniales en un skate park cerca del hotel, y terminamos comprándole a uno de ellos su monociclo por una cifra demasiado obscena como para decirla en voz alta.

Luego simplemente nos turnamos para usarlo y volvimos al hotel por un camino un tanto más largo del que hubiésemos querido pues a esa hora, y con un par de cervezas encima, no dimos con la dirección correcta las primeras seis veces.

¡Pero venga! Llegamos. Sanos, salvos y con monociclo.

- El personal los encontró usando esa bicicleta dentro de la piscina –decía Adrien enfadado caminando de un lado a otro frente a nosotros, sentados en fila, bien callados y conscientes de que no estábamos en posición de alegar inocencia, demencia ni piedad

- A decir verdad Adrien. Es un monociclo, no una bici –aclaro Nathan con valentía señalando nuestro artefacto– ves, solo una ruedita. No dos

El rubio lo quedo viendo con el ceño fruncido, esperando a que explicara porque esa interrupción era digna de su tiempo, pero claramente mi amigo no tenía forma de satisfacerle en ese punto.

- No sucedió nada malo al final de cuentas ¿no? –defendí antes de que a alguien le saliera lava caliente por las orejas– solo un monociclo mojado y un par de rasguños

- ¡¿Un par de rasguños?! –exclamo Adrien

Cuando mencione que habíamos llegado sanos y salvos al hotel, me refería a que si llegamos enteros al hotel... pero eso no incluía todo el jaleo que ocurrió dentro.

- Veamos –empezó a decir nuestro agente agarrando el parte médico– laceración de dos centímetros bajo el ojo izquierdo, contusión leve y fractura de huesos nasales. ¿A eso llamas un par de rasguños?

Cierto, olvide decir que Jordan se cayó de cara en uno de sus intentos por dominar el arte del monociclo. De cara sobre las baldosas de la piscina.

- Yo do –se quejó el accidentado con dos tapones en la nariz mientras Marinette sujetaba una bolsa de hielo sobre su cabeza– fuedon vadios dasguños Luka

- Lo sé, joder. Trato de bajarle el perfil a esto –susurre medio atareado

Adrien soltó un sonoro suspiro clamando por paciencia y al instante nos enumeró las fechas que debería cancelar hasta que Jordan estuviese mejor del todo.

Estaba de acuerdo con que el baterista de la banda no podía subir al escenario con un parche en el pómulo, la mitad de la cara inflamada y buenas posibilidades de desmayarse por lo que no tuve nada que alegar cuando nos enteramos que los conciertos de nuestras semanas en Italia eran historia.

- Retomaremos la gira desde aquí dentro de tres semanas –sentencio finalmente antes de que Lance irrumpiera en la habitación– mañana mismo vuelven a Paris, y no quiero quejas

- Amm cariño, ¿estás lista? –le pregunto a Marinette– debemos irnos ahora mismo

La azabache tenía agendada una presentación en un bar a las nueve de la noche. Presentación que no podía perderme.

- Iré contigo –anuncie dando por finalizada nuestra llamada de atención

- Nada de eso. Aún no hemos terminado –me corto Adrien– irán de inmediato a disculparse con la gerencia del hotel y con los guardias

Dos centavos por una canción. [Miraculous AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora