Capítulo 31

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Marinette

El tambaleo de piernas que Alya traía en el auto me estaba hartando.

Etienne nos llevaba a ambas a la tercera dirección que apunte en mi pequeña lista de búsqueda ayer por la noche para poder cumplir con nuestra importante misión de hoy, sin embargo, no estaba resultando nada bien.

- Esta es la última –me advirtió la morena poniéndome cara de pocos amigos.

- Por favor Alya, recién estamos iniciando.

- ¿Acaso pretendes que Alex pierda a su madre tan joven?

Bufe al escuchar tamaña exageración de su parte y por mi propia seguridad opte mejor por no decir nada. No había quedado de buen humor luego de que un loco tratara de secuestrarnos en la última casa a la que llegamos en busca de nuestro hombre misterioso, y por ello tuvimos que escapar a la carrera dando tumbos a la puerta como un buen par de locas.

- Ese idiota por poco y nos mata –regaño

- Exageras

La verdad no exageraba, pero lo admitiría más tarde. Cuando nuestra misión ya hubiera tenido éxito.

- Aquí es –anuncio Etienne aparcando fuera de un bonito edificio en la Rue Saint-Lazare– me atrevo a decir que sería bueno acompañarlas esta vez.

Ambas asentimos agitando la cabeza rápidamente de arriba abajo como si estuviésemos aterradas por solo bajar del auto. Pero sin más lo hicimos para terminar pronto con este asunto.

El sitio era acogedor, y según mis averiguaciones tuvimos que alcanzar el quinto piso por las escaleras antes de dar con la puerta especifica del departamento que estábamos buscando. Me acerque sigilosamente para poner mi oído cerca, y así asegurarme de que no se oyera nada raro dentro antes de decidirme a tocar, flanqueada de cerca por Etienne y con la cobarde de Alya escondida a sus espaldas.

- ¡Un segundo! –se escuchó decir luego de que golpeara.

Mire a mis amigos con cara de duda y los tres nos preparamos para salir corriendo en caso de que apareciera un alien a recibirnos, como si estuviéramos listos en una línea de partida esperando el disparo. El que llegaba primero al auto ganaba el honor de no ser secuestrado.

La puerta se abrió de pronto haciéndonos saltar y un hombre alto, de cabello castaño y bastante apuesto nos queda mirando a la espera de que alguien le explicara qué carajo hacíamos los tres llamando a su apartamento.

- ¿Si? –apremio viéndome con extrañeza– ¿Te conozco?

- H-hola –atine a decir antes de aclarar mi garganta– mucho gusto, soy...

- ¡Eres la cantante! –soltó emocionado.

Alya pareció relajarse un poco, no solo porque el tipo parecía bastante normal, sino porque a la vista era más o menos de nuestra edad, tenía buena pinta y desde su departamento salía un exquisito aroma a frambuesas con vainilla que pareció pegarnos fuerte a los tres. Muy diferente al último delincuente que a simple vista lucia como un perfecto sociópata adicto al crack.

- ¿Qué haces aquí? –me pregunto sin salir de la sorpresa.

- Pues, estoy en busca de Sébastien Bonnet –dije relajándome al fin– ¿Eres tú?

- ¿Acaso gané algún programa de concursos? ¿Me están grabando? –dijo sacando la cabeza y mirando hacia ambos lados del pasillo.

- Solo queremos saber si eres el Sébastien que necesitamos –aclaro Alya yendo al grano.

Dos centavos por una canción. [Miraculous AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora