Capítulo 14

4.4K 397 430
                                    



Adrien

Joder.

Marinette iba concentrada en la ventana del tren rumbo a Yvoire, ignorándome olímpicamente luego de pasar una hora regañándola por esta sorpresita. Y es que a medio día me esperaba con mi chofer afuera de mi apartamento, insistiendo en esa tontería de nuestro viaje de trabajo para que me subiera al auto y así poder secuestrarme.

Porque me llevaba contra mi voluntad a un sitio sin consentimiento de nadie, lo que lo calificaba enteramente como secuestro por donde se viera.

- ¿Qué hacemos en la estación de tren? –le había preguntado ilusamente apenas entramos al andén principal– ¿No iremos en avión?

- Pues no. Tomaremos el tren –dijo desviando la miraba y esperando

- ¿Ya me dirás a dónde vamos?

No hizo falta que me respondiera porque la maquina arribo y un tipo grito a todo pulmón el siguiente destino, bajándome la sangre de la cabeza de un tirón.

- ¡Pasajeros con destino a Yvoire, favor de abordar cuando se abran las puertas!

- ¡¿Qué?! –exclame perdiendo de vista a la azabache en medio de la gente que se agolpaba por subir– ¡Marinette!

Su mano tomo la mía de la nada y me tiro hacia adelante, haciéndome abordar prácticamente a la fuerza mientras yo intentaba dar con su cara para pedirle una jodida explicación de porqué el trabajo nos llevaría hasta el pueblucho donde crecí.

- Marinette, ¡¿qué carajo significa esto?!

- ¡Sorpresa! –grito con esa atronadora sonrisa– Nos vamos de vacaciones Adrien, o más bien tú te vas de vacaciones. Ya es tiempo de que visites a tu familia

- ¡¿Estás loca?! ¡Tengo mucho trabajo, no puedo permitirme perder un fin de semana por cosas como estas! –estaba sulfurado y no me importaba que la gente estuviera viendo nuestra discusión– Vamos, nos bajaremos ahora mismo

- Nada de eso. Iras a visitar a tus padres y yo me relajare dando una linda caminata por las playas de Yvoire mientras el jefe disfruta nuestra ausencia, ¿entendido? –ordeno viéndome directo a los ojos ahora sin sonrisa alguna– no está en discusión, esto no es democracia

- Es un secuestro

- No seas infantil y camina. Si quieres elegir algo puedes decidir entre ventana o pasillo

Las puertas se cerraron y con ello mi única oportunidad de escapar, haciéndola sonreír de nuevo en lo que me empujaba rumbo al asiento donde nos encontrábamos hace casi una hora. Ella muy campante y alegre viendo el paisaje y yo echando la bronca contra este condenado plan.

- No puedo creer que Rita me haya traicionado –balbuceaba consiente de que más de un pasajero debía estar harto de mi monologo– duele. Ella siempre había estado de mi lado

- ¿Quieres? –me ofreció una bolsa de Skittles y por primera vez me negué

- No estas escuchándome

- Claro que sí. Lo que no estoy haciendo es poniéndote atención –soltó comiendo dulces– ¿Crees que falte mucho para llegar?

Dirigí la vista hacia otro lado con enfado, decidido a ignorarla y privarla de mi maravillosa elocuencia por el resto del fin de semana. Era lo que merecía después de planear a mis espaldas.

Dos centavos por una canción. [Miraculous AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora