Capítulo 21

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3 Semanas después

Marinette

Mierda.

Yo me lo había buscado. Yo me lo había buscado y ahora no tenía derecho a quejarme, pero lo haría de todos modos porque me daba la jodida gana.

- Ya te lo dije Lance, no me iré de Paris. No ahora –enfatice cansada de mi maravilloso agente

- Pero tenemos una gran oportunidad –debatió él caminando frente a mí en su oficina– no podemos rechazar esa entrevista

Estaba harta de las entrevistas. Las grabaciones, los videos, los programas de radio, los fotógrafos, todo. Todo me había colmado la paciencia y eso que no llevaba ni un mes con ese nuevo contrato que se me ocurrió firmar en un arranque de orgullo y avaricia.

- No dejare a Alya –repetí por décima vez– está a punto de dar a luz y debo estar aquí. Por favor entiende

- Lo sé, lo sé. Lo lamento –dijo cansado revolviéndose el castaño cabello arreglado en ese corte horrible– es solo que... ¿no podrías hacer un esfuerzo? No creo que Alya vaya a tener al bebé justo mañana. Solo son dos días, por favor

- Lo siento, no es no. No me arriesgare a perderme el nacimiento de mi sobrino, mucho menos por un programa de televisión

- No es cualquier programa cariño. Estamos hablando de Maxwell Blake –insistió algo triste– ¡Maxwell Blake! ¿Tienes idea de lo que me costó contactarlo? Creo que jamás he conseguido algo tan importante

- No te atormentes Lance, ya vendrán otras cosas –le dije para consolarlo sentándome a su lado

En estas semanas había podido conocer un poco más a este idiota, y con sorpresa puedo admitir que no era para nada el tarado que todos en la oficina creíamos que era.

La verdad es que solo era un hombre muy inseguro, oculto bajo la fachada del imbécil y mimado sobrino del jefe al que todos descartaban pues se tendía a pensar que todo lo que tenía lo había conseguido por su tío. Pero la realidad era distinta, había comenzado en esta empresa preparando café y repartiendo el correo como cualquier junior, y desde ahí fue subiendo hasta que, en cierta forma, Jenkins le dio el puesto de agente.

Y aunque no estuviera hecho para llegar a ser el mejor agente del mundo, lo intentaba. A pesar de las críticas y a pesar de lo realmente tonto que podría llegar a ser cuando se le ocurría fanfarronear.

- ¿Sabes? Debes despejarte. Estas algo estresado –le dije levantándome de un salto y obligándolo a ponerse de pie– nos tomaremos el día

- ¡¿Estás loca?! –exclamo espantado– mi tío me mataría

- Nada de eso, Jenkins no dirá nada mientras cumplas mis exigencias. Y mis exigencias incluyen hoy... ¿comida china? –pregunte tanteando

Me miro dubitativo, queriendo acceder pero también queriendo negarse. Y como no respondía decidí responder por él. Tome su saco, mi cartera y salimos de ahí rumbo al escritorio de su secretaria.

- ¿Puedes avisarle a Jenkins que no estaremos el resto del día? –le pedí a la chica que por cierto parecía detestarme con el fulgor de mil soles

- Lo que diga –respondió arrastrando cada palabra. Como si le costara un mundo ser amable conmigo

- Gracias Beth, que tengas un buen día –me despedí con una gran sonrisa, que por supuesto no respondió– ¿Has notado como me odia? –le susurre a Lance

Dos centavos por una canción. [Miraculous AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora