Capítulo 24

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Marinette

Lance me había prometido un gran día, pero apenas eran las diez de la mañana y yo estaba detrás de un bote de basura, escondiéndome de lo que esperaba fuera una rubia alucinación.

Baje temprano al lobby en busca de desayuno pues había amanecido muy hambrienta. Y apenas puse un pie en el primer piso veo a mi archienemigo cruzando la puerta de entrada, con su típico traje Dolce y sus gafas oscuras estilo terminator, sembrando suspiros y miradas furtivas entre las tontas que pasaban a su lado.

Por supuesto, al ver esa escena en cámara lenta, mi cuerpo reacciono antes que mi cerebro y de un solo salto me arroje de cabeza detrás de lo primero que divise a mi lado. Una corrida de botes de basura que me cubrieron mientras esperaba a que el sujeto en cuestión no me hubiese visto.

No había razón para que estuviera ahí y tampoco estaba en condiciones para tratarlo. La noche anterior Luka, Lance y yo fuimos a un bar para celebrar luego de grabar el programa, y también como despedida conmemorativa de nuestra última noche en Berlín, para luego volver algo tambaleantes al hotel.

Y con eso me refiero a que mi buen agente se embriago un poco y con la ayuda de Luka pudimos dejarlo sano, salvo y vestido en su habitación, entre medio de uno que otro balbuceo donde precisamente me aseguro que ese, nuestro último día en Alemania, seria grandioso.

- Grandioso –solté recordándolo con sarcasmo y sacando un poco la cabeza para verificar que realmente no hubiese visto al mismísimo Adrien Agreste– me lleva el...

- Marinette

La puta madre... no alucine.

- ¿Ah? –conteste sosamente sin levantar la cabeza. Fingiendo que buscaba algo en el suelo

- ¿Qué haces ahí? –su voz sonaba divertida. Como si estuviera disfrutando verme de rodillas

- ¿Qué diablos te importa?

Me levante con la poca dignidad que me quedaba y limpie mi ropa antes de acomodar un poco mi camiseta. Tomándome mi tiempo antes de levantar la vista y tener que asimilar la horrible verdad.

Adrien estaba ahí frente a mí. Sonriendo como un tonto.

- Hola –me saludo con eso ojos verdes y sonrisa torcida

- Hola –conteste intentando mirar a otro sitio– ¿A qué se debe el honor?

- La compañía quería asegurarse como va todo –balbuceo tosiendo– y ya que no respondes mis llamadas... ¿Dónde está Lance?

- Dormido

Miro su reloj y estuve segura de que pensaba que esas no eran horas para dormir. Y como no permitiría que alguien dudara de la eficiencia de mi buen agente decidí salir en su defensa.

- Anoche estuvimos trabajando hasta muy tarde

- ¿Trabajando?

- Si, él, Luka y yo. Grabamos un programa, ¿no te enteraste?

- Mmm si –soltó con cara de asco– pues si esta tan cansado puedo reemplazarlo. ¿Qué hay en tu agenda para hoy?

- Nada, hoy es nuestro día libre. A las cuatro tenemos que ir al aeropuerto

- ¿A dónde vamos?

- ¿Vamos? –pregunte cruzándome de brazos, sorprendida de esa desfachatez

- Si, ya te dije. Journal me envió, debo asegurarme de que todo vaya bien para nuestra joven promesa.

No sonaba muy convincente, pero tampoco tuve tiempo para reprocharlo pues un par de chicos se acercaron a mí con caras de sorpresa, hablando en ese jodido idioma que jamás lograría entender y meneando frente a mí sus teléfonos celulares. Supuse que querrían hacerse una fotografía, y estaba en lo cierto así que me tome mi tiempo para sonreír junto a ellos para una selfie.

Dos centavos por una canción. [Miraculous AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora