SOLA EN CASA

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Cuando llegué a la estación de buses de Agustine, ya era viernes por la noche. Así que tomé un taxi. Era la primera vez que me tocaba quedarme sola en casa y me sentía un poco nerviosa. Durante el trayecto recibí un mensaje de Tommy que decía: Mañana llegaré temprano para que pasemos el fin de semana juntos. Eso me alivió.

Cuando por fin llegué a casa, bajé mi maleta del taxi y mientras caminaba hacia la puerta, escuché una voz amable - Hola Sam. Cómo te encuentras? Cómo se siente tu madre? - Volteé hacia la casa de al lado y ahí estaba la señora Reed con un hermoso vestido largo floreado - Hola Pam. Estoy bien. Gracias por preguntar. Mi madre está más tranquila,  pero tuvieron que quedarse unos días fuera- dije tratando de sonar tranquila, pero mis lágrimas brotaron. Era la primera vez que lloraba desde el funeral. No quería que mamá se preocupara por mi estado de ánimo, así que me había prometido no llorar frente a ellos. Pero cuando la señora Reed preguntó, me desmoroné. Ella me consoló durante un rato y luego preguntó. - Tienes que dormir sola esta noche? -
-Sí- respondí con voz aún temblorosa.
-Oh, espera no te vayas. Ya regreso- y entró a su casa durante unos minutos, que se me hicieron eternos. Cuando salió nuevamente, no venía sola, Noah estaba a su lado. Traía una gorra negra, jeans negros rotos, una camiseta blanca y converse negras. Se veía realmente atractivo y yo no podía estar más avergonzada. Mi vestuario era casi indignante, mientras él parecía modelo de revista. 

-Noah se va a quedar contigo-  me indicó Pam. - Oh no. No se preocupen por mí, no deseo molestar- dije con ojos llorosos y mi nariz roja. Sentía toda mi cara hinchada. - Debo insistir. No puedes quedarte sola y Noah estará encantado de acompañarte-. Se miraron por un momento y luego Noah dijo con voz paciente -Vamos, Sam. Te ayudaré a llevar esa maleta adentro y te prepararé algo para cenar. Te parece? - No tenía las fuerzas necesarias para rechazar una propuesta como esa. Estaba tan cansada y tan hambrienta, que mi vergüenza  podía esperar hasta más tarde.

Una vez en mi habitación, tomé un baño y me cambié de ropa. Cuando bajé las escaleras, vi que la mesa estaba puesta y había una vela encendida en el centro. Noah aún estaba en la cocina, pero se volteó y me miró cuidadosamente. - Primero quiero que sepas que realmente lamento mucho la muerte de tu tía. Sabes que podemos hablar, si gustas-
-Gracias Noah. De verdad. No tenías que hacer esto por mí y a pesar de todo estás aquí. Tal vez podemos hablar más tarde. En este momento solo tengo hambre-
- Claro, como desees. Puedes sentarte. La cena estará lista en un segundo - Dijo. Así que me senté y esperé. A los pocos minutos se acercó a mí con un plato de macarrones con queso. - Espero que te gusten, son mi especialidad- Su voz era suave y tierna - Claro- contesté - es mi plato favorito-.


HERMOSA IMPERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora