HABLEMOS

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Habíamos pasado toda la noche en el Faro y había sido la experiencia más increíble que había experimentado en mi vida. A la mañana siguiente salimos temprano de allí y Noah me invitó a desayunar pancakes. Me sentía realmente en las nubes.

Cuando estacionó el carro fuera de mi casa, le dije - Fue la mejor velada de mi vida. Pero sabes que aún tenemos que solucionar las cosas en el Instituto- Noah frunció el seño y me respondió - Sí, nena. Ya hablaremos de eso el lunes-.

Ya en mi cuarto, sentada en mi cama, abrí mi cartera y tomé mi teléfono celular algo nerviosa. Había un único mensaje. Esperé durante algunos segundos y allí estaba: Hablemos!

Paul había contestado desde la noche anterior. Sabía que estaba arriesgándome mucho, pero tenía que intentarlo. Al fin y al cabo estaba haciendo esto por Noah y por mí. Merecíamos ser felices de una vez por todas.

Podemos vernos donde siempre. Solo dime a qué hora te sirve. Contesté, pero durante un rato no recibí respuesta. A pesar de que encendía el celular cada ciertos segundos para cerciorarme de no tener una respuesta aún. Para que el tiempo pasara más rápido, tomé un baño largo mientras escuchaba los éxitos de Ed Sheeran para relajarme.

Cuando salí de la ducha, me puse la bata de baño y me senté en la alfombra a meditar por algunos minutos. Cuando volví a la cama para revisar de nuevo el celular, seguía sin tener respuesta alguna. Estaba empezando a ponerme nerviosa.

A los pocos minutos sonó la bocina de un auto. Me asomé por la ventana. Se trataba del auto de Tommy. Bajé corriendo por las escaleras y salí de la casa hasta abrazarlo. Nunca antes había necesitado tanto tener a mi hermano cerca. Sabía que no era buena idea contarle a nadie sobre Paul, ninguno entendería mis razones para querer verlo, pero el solo hecho de tener a mi hermano cerca, suponía para mi un alivio.

-Hola hermanita- dijo Tommy de forma cariñosa. - Hola hermanito. Te extrañé- respondí. - Yo también. La universidad ha estado muy dura y por eso he tenido menos tiempo de venir a visitarlos, pero siempre me hacen falta- Caminamos abrazados hasta la entrada y nos pusimos al día rápidamente. Mis papás propusieron hacer una partida de Scrabble, así que nos sentamos juntos a la mesa en familia. Emma estaba emocionada, ya que era su primer partida de Scrabble como parte de la familia y sabía que se trataba de una tradición de la familia Miller.

Sabía que no ganaría el juego. Papá era el mejor jugador de Scrabble que había conocido en mi vida y siempre nos vencía sin esfuerzo. Además, seguía ansiosa por la respuesta de Paul. Había dejado el teléfono cargando en mi habitación, para no estar pendiente de él a cada momento. Sin embargo, la tensión en mi interior crecía a cada momento.

Al finalizar la partida, subí a mi cuarto nerviosa. Tenía dos mensajes en mi celular. El primero era de Noah: Te amo nena. No puedo dejar de pensar en ti. El segundo de Paul: Te veo mañana en nuestro restaurante a las 20:00 hs. Mi corazón se paralizó por una milésima de segundo.

HERMOSA IMPERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora