EN CAMA

26 4 0
                                    

- Sam. ¿Estás bien? - Escuché la voz de Emma lejana, mientras mi nariz percibía un fuerte olor penetrante. Era alcohol.

Abrí lentamente mis ojos y mi prima estaba en el piso del pasillo a mi lado, tomándome de la mano. A un lado pero de pie se encontraba la enfermera York mirándome con dulzura -¿Estás bien cariño? ¿Deseas que llame a tus padres? -

Negué con mi cabeza, sin poder decir una palabra. Entonces Emma tomó la palabra -No se preocupe señora York, yo me encargo de llevarla a casa -

- Bueno, pues en ese caso, recoge lo que necesites y en un momento les firmo el permiso de salida a ambas, para que no les cuenten las ausencias de las últimas clases -

- Muchísimas gracias - respondió Emma amablemente, mientras me miraba con compasión.

Me ayudó a levantarme despacio, recogió todas mis cosas del suelo, esperó el permiso y me ayudó a caminar hasta el mini cooper sin decir una sola palabra.

Condujo despacio y cuando llegamos a casa y finalmente me acostó con cuidado en mi cama, me dio un fuerte abrazo -Sabes que te quiero y que estoy aquí por si deseas hablar -

Tras dejar caer una lágrima, la miré con desesperación y pronuncié las palabras más desgarradoras que había dicho en mi vida - Lo perdí. Todo se acabó- Ella me tomó entre sus brazos y yo me acuné como si fuera nuevamente un bebé. Luego acarició mi cabello hasta que me quedé dormida llorando. Creo que lloré un mar de lágrimas.

Cuando al fin desperté, la luz de mi ventana anunciaba que era un nuevo día. Emma aún estaba a mi lado. - ¿Cómo te sientes? - preguntó suavemente.

-Vacía - contesté con voz apagada.

- ¿Quieres hablar? - inquirió mi prima, a lo que asentí con la cabeza.

- Fui una idiota. Lo sé. Debí ser honesta con Noah. Yo no quería engañarlo - comencé a llorar y continué - y las cosas que dijo Paul. No quiero ni pensar en lo que Noah ha estado pensando --

- Mira Sam. Sé que te equivocaste y que Noah tendrá sus razones para estar molesto. Y no te voy a mentir, creo que el chico tiene razón en cuanto a que no deberías haberle mentido, pero también creo que tus intenciones fueron buenas y Noah tiene que entender eso. Yo pienso que deberías llamarlo y hablar con él - respondió sabiamente.

-¿Crees que quiera hablar conmigo? -

- Noah se muere por ti. No seas tonta. Llámalo de una vez y sales de eso -

Abrió mi mesita de noche, sacó mi teléfono y me lo dio. Cuando lo tomé y puse la clave vi que era casi medio día.

Volví a ver a mi prima extrañada y dije- No fuimos a clases-

- No, pero no te preocupes por eso. Tus papás te dieron permiso de faltar y yo me ofrecí a cuidarte, así que podemos seguir en la cama el resto del día - alegó la rubia.

Tomé nuevamente el celular, nerviosa por lo que vendría a continuación. No sabía qué me diría y ni siquiera estaba segura de si mi novio respondería el teléfono.

Marqué de memoria. Y el teléfono sonó durante algunos segundos, hasta que una voz ronca respondió -Hola - dijo él.

- Hola - respondí casi susurrando.

- ¿Cómo te sientes? Todd me contó que te desmayaste -

Ese era mi novio, preocupándose antes por mí que por él mismo. No podía evitarlo, ser sobreprotector era algo más fuerte en él que cualquier otro sentimiento que estuviera teniendo.

- Estoy mejor. Gracias. Pero te he llamado porque creo que tenemos que hablar - respondí nerviosa.

- Te parece si paso a buscarte por la noche y conversamos un rato -

-Claro. Acá te espero -

Y entonces colgó. Miles de emociones inundaron de repente mi alma atormentada y mi mente quedó en blanco por unos minutos. No sabía bien que debía decir yo, ni sabía lo que diría él. Emma me quitó el teléfono de las manos, ya que aún lo sostenía con fuerza. - Vas a estar bien - dijo, y su paz interior contuvo por algunas horas todos mis miedos, mientras veíamos juntas una de mis novelas coreanas favoritas y comíamos frituras.



HERMOSA IMPERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora