ENFERMA

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Entré en mi casa sin que nadie se percatara que había salido. Ese era mi único consuelo de aquella noche. Había perdido mi tiempo llendo hasta allá y ahora sabía lo que Paul se proponía. Él estaba completamente seguro de que la presión social podía separarme de Noah. Yo tenía la convicción de luchar con todas mis fuerzas, pero no quería perjudicar el futuro de Noah. Esa simple idea hizo que se me revolviera el estómago y tuve que salir corriendo al baño de mi habitación a vomitar.

En ese momento necesitaba sentir que todo estaría bien. Así que sin pensarlo le escribí a Noah  No me siento bien. Podrías venir. Algunos minutos después la ventana sonó. Aún mareada me levanté a abrirla. Él me tomó entre sus brazos y me acostó en la cama.

-Tienes un aspecto horrible- afirmó e inmediatamente fruncí el seño. - No me malentiendas. Te ves hermosa. Podrías estar vestida en añicos y con la cara demacrada que para mí siempre serás la chica más hermosa que existe- agregó, acariciando mi mejilla - Es solo que realmente te ves enferma -.

Me sentí mal. Sabía que de alguna forma lo estaba engañando. No había hecho nada malo, ni lo haría nunca, pero tampoco había sido sincera. Nuestra corta relación se había basado en la sinceridad y ahora yo tenía un secreto. Eso me partió el corazón, pero ya era muy tarde. Maldita costumbre tenía yo de tomar malas decisiones. Ni había sido poco con haber matado a mi mejor amiga, sino que ahora estaba poniendo en riesgo la única relación verdadera que había tenido. El estómago se me revolvió de nuevo y tuve que correr de nuevo a vomitar.

Durante toda la noche, Noah me hizo infusiones y masajes en el estómago para que me sintiera mejor. Sin embargo, yo no podía dejar de pensar en que había hecho todo eso y al final ni siquiera había logrado nada con Paul. Él estaría feliz de seguir torturándonos. Lo peor era que lo había puesto sobreaviso. Su cometido estaba funcionando, porque ambos teníamos claro que de no ser así yo nunca habría pedido que nos viéramos.

Noah me cantó "A thousand years", mientras acariciaba mi cabello. Poco a poco mis pensamientos se volvieron más lejanos y mi respiración más pausada. Acercó mi cabeza a su pecho y logré quedarme profundamente dormida, mientras sentía su olor impregnado en mi piel. No podía imaginar mi vida sin él.

HERMOSA IMPERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora