PIJAMADA

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Ese domingo desperté temprano. Había tenido un hermoso sueño en el cual conversaba por última vez con la tía Maggie. Estábamos sentadas frente al mar, en una tarde de picnic. Justo como solíamos hacerlo cuando Emma y yo éramos apenas unas niñas.

Maggie había susurrado en mi sueño - Mi niña, debes saber que la mejor manera de curar un corazón roto es pasar tiempo con aquellos que amas, haciendo cosas que te hagan feliz.- Había sido tan vívido que pude sentirla realmente a mi lado.

No sabía bien por qué lo había soñado, quizás era solo mi subconsciente, pero sus palabras habían calado profundo en mi corazón. Nada podía vencerme, salvo que yo lo permitiera y no pensaba darle el gusto a Paul de verme derrotada.

Puse mi mat en el suelo y practiqué yoga por un poco más de una hora. Al finalizar me sentía renovada, y tenía una nueva fuerza interior.

Tomé mi teléfono móvil y escribí en el chat de las chicas: Pijamada hoy en mi casa!. Era mi primera pijamada sin Meghan, pero sabía que ella más que nadie en el mundo, estaría feliz tras ver mi actitud.  Pude escuchar como Emma subía las escaleras apresuradamente. Abrió mi puerta eufórica y corrió hacia mi abrazándome - Es la mejor idea que se te ha ocurrido. Me siento súper feliz por ti. Me alegra que lo estés superando -.
-Gracias. Sé que me he comportado de forma extraña los últimos días, pero quiero compensártelo- contesté.

- No te preocupes prima. Todos tenemos momentos locos en la vida. Y es a mí a quien no le alcanza esta vida y la otra para recompensarte, pero lo importante en este momento es que estemos juntas para superarlo- Ahí me percaté de que Emma era muy en el fondo la misma chica tierna, que había sido mi cómplice durante toda mi infancia. A pesar de nuestro pasado, de que habíamos crecido separadas y que nuestras personalidades eran tan distintas, aún podíamos ser un equipo.

Durante casi dos años, creí que nunca la perdonaría por lo que había pasado aquella trágica noche, pero ahora entendía que no podía culparla eternamente. Tanto ella como yo, habíamos sufrido la pérdida de Meghan y ya nada podría devolvérnosla, pero aún nos teníamos a nosotras y eso nos uniría para siempre.  

En ese momento decidí que sin importar lo que pasara entre Emma y Noah, yo estaría feliz por ella y estaría allí para apoyarla, como ella lo estaba haciendo conmigo ahora.

Sonó mi teléfono. Alison dijo- Hola amiga. Tu invitación me parece genial. Que te parece si Harper y yo llegamos a tu casa en una hora y tenemos un día de chicas-. Me encantó su idea. Necesitaba con urgencia distraerme y no sé me ocurría una mejor forma que pasar un día completo de sólo chicas. Alison se emocionó aún más al saber que mis padres estaban todavía en San Diego y que el encargado de cuidarnos sería Tommy.

Nuestra tarde transcurrió sin ningún contratiempo. Vimos un par de películas románticas, nos hicimos mascarillas de arcilla, arreglamos nuestras uñas y cabello y pusimos nuestras Playlists favoritas.

Al cabo de un rato Tommy se acercó a mi habitación para informarme que saldría un rato. Harper y Alison decidieron aprovechar su ausencia para practicar su nueva rutina de porrismo. Corrieron los sillones de la sala y se pusieron a bailar. Emma y yo aplaudíamos sin parar.

Después de un par de canciones nos alentaron para que nos uniéramos a ellas y Emma me convenció de participar. Fuimos a mi habitación, tomamos un par de licras y tops deportivos y bajamos a toda prisa a la sala de estar.

Harper puso a todo volumen "Lean on" de Major Lazer y empezamos a bailar. Alison me miró  durante unos segundos y con voz divertida dijo - Sam, tu sí que sabes bailar, quién lo hubiera pensado-. Me reí a carcajadas. Mi madre era una excelente bailarina, así que me había enseñado todos los movimientos. Sin embargo, nunca antes me había atrevido a bailar en público, pero era sin duda lo más gracioso que había hecho en mucho tiempo.

Sin darnos cuenta la puerta se abrió y unos segundos más tarde Harper paró en seco la música - Mierda- exclamó mirando hacia la puerta. Todas nos volteamos. Y ahí pasmados frente a la puerta, estaban Tommy y Noah mirándonos bailar asombrados. Tropecé con uno de los sillones y casi me caigo. - Carajo- susurré.

Tommy sonrojado dijo - Continúen chicas, no queríamos interrumpirlas-. Todas se miraron y empezaron a bailar  nuevamente de forma sugerente. Yo seguí paralizada por algunos segundos, pero era demasiado divertido, no quería parar de bailar.

HERMOSA IMPERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora