NO ME DEJES DORMIR SOLA

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Cuando desperté eran más de las doce - Mierda. Se me hizo tarde- dije levantándome de golpe. - Por qué te tienes que ir qué pasa? - dijo Noah adormecido.
- Le dije a mamá que iría a una cita contigo. Me mataría si no llego a dormir y además mañana tenemos escuela- dije preocupada mientras trataba torpemente de ponerme la ropa. - Espera y te ayudo- dijo Noah mientras se ponía en pie para subir el zipper de mi vestido. Cuando terminó me dio un tierno beso en la columna vertebral y una pequeña nalgada - Estás lista nena-. Sonreí y me despedí.

Ya en mi cuarto no podía dormir. Se me vinieron a la mente todas las imágenes de nuestra primera vez juntos. Había sido la mejor noche de toda mi vida. Así que le escribí No me dejes dormir sola esta noche. No sabía por qué lo había escrito pero no podía contenerme a sus encantos. Quería sentir su piel sobre la mía.

No sabía si Noah había recibido mi mensaje, pero entonces se me ocurrió una idea. Cambié mi pijama por mi bata de baño y me acosté en la cama.

Unos minutos después el vidrio sonó, me levanté de golpe. Ahí estaba con su pantaloneta y su camiseta blanca que hacía marcar los músculos de sus brazos. Abrí la ventana y le ayudé a entrar pidiéndole que guardara silencio. - Mamá y papá están en su cuarto- cuchineé. Y él asintió con su cabeza.

Se quedó de pie frente a mi cama y me dio un beso. Yo que tenía todo planeado, solté la amarra de mi bata y la dejé caer por los hombros quedando completamente desnuda. Sus ojos se abrieron como platos y me miró asombrado.

-No te pido que me hagas el amor de nuevo. Solo quiero sentir el calor de tu cuerpo mientras me abrazas- y se acostó a mi lado. Tocó mi cabello, hasta que me quedé dormida plácidamente.

Escuché a lo lejos la voz de mamá. - Niñas. Nos vemos más tarde. El desayuno está servido.-
-Para dónde va tu mamá a esta hora? - preguntó Noah con voz ronca. - Hoy empieza un nuevo curso de comida caribeña. El lugar queda a una hora de acá. Así que tenía que madrugar- él me lanzó una sonrisa pícara. - Quería que desayunamos juntos- agregué y encogí mis hombros.

Sonó como el carro de mis padres se encendía y salía por el garage. Inmediatamente besó mi hombro y subió con su lengua desde el cuello hasta mi boca y metió su cálida lengua en mi boca. Podía sentir sus manos impacientes tocando cada centímetro de mi cuerpo, mientras mi cuerpo se giraba contra su entrepierna. Jadeando le dije -Te acuerdas que tenemos que ir a clases - y asintió apesadumbrado.

Se levantó rápidamente y esperó a que buscara mi pijama. Me la puse y bajamos juntos a desayunar. Emma divertida dijo casi cantando - Hola tortolitos. Durmieron bien? Bueno - dijo riendo- la pregunta sería más bien... Durmieron? - Yo la fulminé con la mirada mientras la cara de Noah se ponía roja de la pena.

Cuando terminamos de desayunar. Le dije a Emma -Pasa por mi cuarto para que te lleves las llaves de mi auto. Nosotros iremos un poco más tarde- Noah me miró confundido pero sonrió.

HERMOSA IMPERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora