SEMANA COMPLICADA

46 16 0
                                    

Estaba segura de que durante las próximas semanas nada sería fácil para Noah y para mí, podía notar las miradas de desaprobación de todos a nuestro alrededor y no podía entender por qué.

Al tercer día en clase de química, Harper preguntó - Cómo han ido las cosas con ustedes dos últimamente? Siento el ambiente algo tenso-
-Algo así- dije con un gesto afirmativo - Pero no lo entiendo. Paul me engañó y me humilló de todas las maneras en que se puede humillar a alguien y ahora resulta que la mala de esta historia soy yo- agregué decepcionada.

-Te entiendo. Pero nadie ha escuchado tu parte de la historia- dijo en tono compasivo - Lo sé. Pero también sé que hay rumores- exclamé.
-Sí. Yo también los he escuchado- afirmó. - Qué has escuchado? - inquirí molesta. - Que empezaste a salir con Noah antes de terminar con Paul y que todo este tiempo engañaste a Paul en su cara-

-Paul es la víctima. Es lo que todos piensan. Te aseguro que ese maldito se inventó toda esa historia para mantener su papel de chico perfecto. Lo odio. Odio todo esto- dije a punto de llorar y Harper puso su mano en mi espalda - Tranquila. Que no te importe lo que piensen los demás. Yo también puedo asegurar que Paul inventó toda la historia y se encargó de divulgarla, pero tú ocúpate de ser feliz. Las chicas y yo nos hemos encargado poco a poco de que se sepa la verdad. - Sabía que Harper tenía razón, tenía que vivir mi vida.

Para el viernes aunque las personas seguían mirándonos extraño a Noah y a mí, ambos habíamos optado por una postura más relajada. Nos sentamos en el comedor con las chicas tomados de la mano, muy a pesar de todos a nuestro alrededor. Emma no paró de expresar a todo pulmón lo bien que nos veíamos juntos y podía sentir a mis espaldas las miradas de todos los presentes en nuestra dirección, pero eso solo consiguió que los chillidos de Emma se volvieran más agudos.

Noah se acercó y me susurró al oído - Te tengo una sorpresa para esta noche - Luego me miró de forma penetrante durante umos segundos. Desde aquella noche no habíamos vuelto ha hacer el amor, pero sabía que él estaba tan impaciente como yo, podía sentirlo cuando su boca buscaba la mía. Asentí con un gesto y me sonrojé inmediatamente.

A la salida del instituto, Alison fue a dejarnos a casa porque Noah tenía entrenamiento. Le pedí a Emma que me ayudara a elegir un vestido para la ocasión a lo que respondió encantada.

Un rato después recibí un mensaje de texto de Noah: Algunos chicos me pidieron que abandonara el equipo. Recalcaron que no soy bienvenido.

Inmediatamente lo llamé - Paul te echó del equipo? - No habíamos hablado expresamente de Paul en toda la semana y sabía que por alguna razón Noah lo evitaba. - Él y otros chicos- respondió. - Te dije que esto pasaría. Era lo que pretendía evitar a toda costa- dije llorando. - No te preocupes. Ya veremos como solucionarlo.- contestó intentando tranquilizarme. - No me digas eso. Es tu futuro de lo que estamos hablando. Si quieres tu beca deportiva para la Universidad debes mantenerte en el equipo- advertí. - Lo sé, pero no quiero que eso arruine nuestra noche- susurró -Sé lo que tengo que hacer. Voy a hablar con él. Esto tiene que terminar ahora mismo. Siento que estamos a su merced. Todo esto es una mierda - dije asqueada. -No hables con él. Te lo suplico. Por favor, promételo- Por un segundo no contesté nada - Voy a terminar de arreglarme. Pasa x mi a las ocho-.

Básicamente no estaba mintiendo, nunca llegué a prometerle nada, así que a pesar de que Noah me había pedido que mo lo hiciera, la decisión ya estaba tomada. Debía hablar con Paul. A pesar de todo el resentimiento, sabía que podía intentar lograr que entrara en razón. Sentía que me lo debía.

Varias veces durante la semana había intentado buscarme y tenía muy mal aspecto, y no solo eran los moretones en rostro. Sabía que había algo más. Tenía baja la retaguardia, podía sentirlo. Así que era mi momento. Necesitaba negociar con él.

Puedo hablar contigo. Escribí y puse el teléfono celular en mi bolso.

HERMOSA IMPERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora