TIEMPO A SOLAS

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-Por qué le dijiste a Emma que nos íbamos más tarde a clases? - preguntó
- Porque quiero pasar un tiempo a solas con mi novio- respondí. Él sonrió y me miró con indulgencia. - Listo. Quedémonos el tiempo que desees, nena-

Subimos hasta mi cuarto tomados de la mano y a los pocos minutos Emma tocó la puerta. La abrí un poco y le dije - Suerte en la Escuela. Te veo en un rato-

Noah estaba sentado en mi cama con una mirada divertida. Cuando me acerqué hizo una tierna cara de pato que me hizo reír a carcajadas. Así que me senté sobre él y empecé a darle tiernos besos en cada centímetro de su rostro. Él sonrió y sus enormes hoyuelos se hicieron visibles de inmediato. -Sabes que así me enamoré de ti- murmuré.

-Así cómo? - contestó él expectante. - En el instante que te vi sonreír. En ese momento supe que nada en mi vida sería igual- contesté. Y su rostro se iluminó. Me agarró fuertemente por la espalda y hundió su lengua en mi boca. - Te amo tanto- dijo en lo que se escuchó casi como un suspiro. - Yo también te amo- respondí sin quitar mis ojos de los suyos. Y nos besamos nuevamente hasta perder el aliento.

Al cabo de un rato me preguntó - Qué quieres hacer? -
- No lo sé. Solo quería estar a solas contigo.- respondí encogiendo mis hombros.

-Ya sé lo que podemos hacer- dijo hilarante. - Qué? - contesté.
-Quiero que hagas algo que te encante hacer cuando estás sola en tu cuarto y que te avergüenza que los demás sepan-
Me reí a carcajadas y le dije - Eso es fácil-. Me subí a la cama y empecé a saltar encima del colchón. -Sé que ya no tengo cinco años, pero no hay nada en el mundo que me divierta más- dije -Ahora es tu turno - agregué.

Tomó su celular y puso "I like me better" de Lauv. Se quitó su camisa y me la tiró mientras yo le aplaudía y comenzó a bailar, o al menos eso era lo que intentaba. Me reí sin parar durante el tiempo que duró la canción. Al finalizar hizo una reverencia y me sonrió.

-Ya viste la parte más tonta de mi. Nada de lo que hagamos a partir de este momento puede avergonzarnos- dijo levantando sus hombros. Eso me encantaba de él, su forma de hacer siempre que todo a su lado pareciera como estar en casa.

Nos despedimos. Él fue a su casa a bañarse y al cabo de un rato, sonó la bocina de su auto. Era momento de ir a la Escuela.

HERMOSA IMPERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora