45. Cambio drástico.

1.3K 90 22
                                    

*Voy aparecer solo si no me matas*

- No estás en disposición de negociar padre, tienes dos segundos - le advierto y escucho el aleteó.

- ¡Abelo!

- ¡Pequeño exhibicionista! - le dice atrapándolo - Tengo una buena explicación y creo que lo mejor será que se sienten.

Y si que la tuvo. Cada palabra que nos dijo, nos ha impactado. Cuando mis lágrimas llegan junto al dolor y confusión, mi hijo ya está en mis piernas dándome consuelo y Derek toma mi mano. Mi padre se ve apenado de confesar todo lo que me dijo. Me toma bastante relajarme, más que nada por Dylan.

- Mami, no tiste - me pide con sus propias lágrimas asomándose.

- Estoy bien amor, has tenido una noche agitada y lo mejor es que te lleve a la cama - le digo secando mi cara - ¿Puedes esperarme aquí?

- Sí hija.

Mi hijo se despide moviendo su manito. Derek nos acompaña en silencio, lo llevo directo a mi habitación y lo siento en mi cama.

-¿Lo puedes cuidar mientras le busco ropa? - le pido al lobo mayor que solo asiente en silencio.

- Lobo - me pide mi hijo haciendo un gruñido e iluminando sus ojos.

- Bien, pequeño lobo, te lo traeré.

Le busco su pijama y regreso enseguida. Ambos están en silencio mirándose hasta que me ven, con una sonrisa lo cambio y me pide que lo cargue. Lo abrazo y le canto su nana hasta que queda dormido. Con mucha delicadeza lo arropo y dejo un beso en su frente. Ha pasado por tantas emociones, mi pequeño bebé.

- Yo me quedaré con él.

- Gracias.

Honestamente, no sé como mirarlo en este momento. Salgo de allá y al llegar a la sala mi padre está con un trago en la mano.

- Lamento cómo te sientes, pero vas a comprenderlo.

- No entiendes nada, ¿verdad? - le digo cruzando hasta tomar asiento - Debía saberlo, al menos que es un lobo. Mi bebé paso su primera transformación solo. Debia estar con él.

- Lo estas ahora - me responde.

- No lo siento igual - le digo y un mal pensamiento llega a mi cabeza - ¿Te lo llevarás?

- No Gemma, tanto a él como a ti los devastaría - me explica - Hay algo más...

-¿Qué? Lo que sea, dímelo ahora.

- Debo de marcharme por un largo tiempo, ahora que ya sabes lo de Dylan.

- Lo comprendo.

- No sé por cuanto tiempo, pero quería darte esto - me extiende un pendrive negro - Tarde o temprano, se sabrá lo que eres. Ahí hay dos videos por orden, que te serán de gran ayuda, solo ponslo y listo. Miralo cuando llegue ese día.

- Lo haré, gracias.

- En verdad lo lamento, pero no me arrepiento de lo que hice.

- Sé qué no lo haces, pero es algo que me cuesta comprender - le digo con la tristeza latente en mi voz - Solo quiero pedirte algo más.

- Lo que sea, lo haré.

- Se trata de Maia.

Luego de varios minutos se marcha y me derrumbo. Lloro por todo lo que no me he permitido hacerlo en estos años. Lloro por cada mala decisión que he tomado. Lloro por la vida que le estoy dando a Dylan. Pero más que nada, lloro por la simple idea de perderlo. Simplemente, no lo soportaría. Me relajo solo un poco más cuando Derek me abraza y me deja vaciar mis lágrimas en su hombro. Cuando vuelvo a tener el control de mis emociones, respiro hondo para dignarme a verlo a los ojos.

Una Odisea DimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora