Una Odisea Dimensional

28. Búnker.

Al pisar en la nueva dimensión, mi cuerpo enloquece. No puedo distinguir si es de dolor o qué, pero me hace retorcer. Maia, es la primera en notarlo y me sujeta para no caer, pero duele como mil demonios.

- ¿Qué le pasa? - la escucho preguntar.

- No te preocupes, yo lo soluciono.

*Gemma, debes tomar el control de tu cuerpo. Lo que sientes son tus poderes despertando, debes tranquilizarte. Respira hondo. Eso, muy bien.*

* Esto puede ocasionar problemas*

*Deberemos entrenar, pero todo a su tiempo. Mientras no enloquezcas, todo estará bien.*

- ¿Estás mejor? - me pregunta ella y solo muevo mi cabeza para darle el sí mientras que observo el lugar.

Creo que mi corazón se ha detenido. Literalmente, no lo puedo creer. Estoy delante de un lugar icónico. Es cuestión de segundos para que empiece a hiperventilar. Creo que voy a explotar por la emoción.

- ¿Dónde estamos? - me pregunta Newt con Dylan en sus brazos.

- Ella sabe perfectamente en donde esta parada - le responde mi padre con gracia - Aunque creo que va a explotar.

- ¿En dónde estamos Gemma? - me pregunta Maia.

- Estamos en Supernatural - le respondo aún sin poder creer lo que digo - Este edificio es el búnker de los hombres de letras.

- No puede ser cierto...- murmura ella.

Por la mirada de ellos debo tener una sonrisa de lunática, pero no lo puedo evitar. Soy una de las más grande, loca y fiel fanática de esta serie. ¡Oh por mi Dios! ¡Voy a conocer a los Winchester!

-¿Se encuentra bien? - le pregunta Newt a Maia.

- Sí, dale un momento para que lo asimile y explote.

- Estoy bien, solo... ¡solo es que no lo puedo creer! - les digo casi gritando.

- Pues créelo - me dice el Ángel - Primero, ten la llave del lugar y segundo, ten esto.

Me entrega la caja de madera con el logo de los letrados tallada en ella y otro juego de llaves más pequeñas. Lo miro sin entender, para que sirve y hace tronar sus dedos. A nuestro lado hace aparecer un magnífico y brillante auto.

- Es una belleza - le digo acercándome más para ver cada detalle - Es un Ford Mustang Boss del 69'.

-Así es, lo elegí de ese color negro porque me parecía el más adecuado - me responde y a través de la ventanilla veo el asiento para bebés en la parte de atrás - Abre el maletero.

Lo destrabo y al abrirlo lo encuentro vacío, pero recuerdo el viejo truco. Levanto el separador y ahí está el gran botín, mis ojos deben estar brillando de la emoción.

- ¿Qué rayos es todo esto? - me pregunta Newt y recién me doy cuenta que se han acercado.

- Lo que usáremos para trabajar - le respondo mirando las armas, algunos machetes, muchas balas, varias botellas de agua bendita, entre otras tantas cosas.

-¿Dime qué es una broma? - me pide, casi rogando.

- No niño, no lo es - le responde por mí - Entremos, hay varias cosas de que hablar.

No lo dudo, tomo a Dylan en mis brazos y le paso la caja de la llave a mi hermana. Abre la puerta y todo esta oscuro, pero sé exactamente donde están los interruptores. Las luces se encienden y el lugar es más asombroso de lo que me esperaba. 

Bajamos las escalaras y los guió hasta las mesas de reunión donde está la biblioteca. Siento a mi pequeño a mi lado y mira todo con gran curiosidad.

- Debes quedarte aquí sin tocar nada, hasta que aseguré el lugar para ti - le digo y el solo me sonríe.