Una Odisea Dimensional

52. Nadie se mete con Stiles.

Me despierto sin ningún rastro de cansancio o de dolor. Aunque siento cierto peso sobre mi brazo. Abro los ojos con curiosidad para descubrir que mi bebé esta usando mi brazo como almohada. La paz que refleja su cara me hace sonreír, agradecida de poder estar apreciándolo. Mi pequeño y dulce Alfa.

- Buenos días.

Despego mi mirada de él hacia su padre. Sus ojos verdes me analizan un momento antes de sonreír.

- Buenos días Der - le contesto ya un poco más despierta - ¿Hace cuanto que despertaste?

- No mucho, unos pocos minutos antes que vos, a mi también me gusta mirarlos dormir - esa conclusión no me avergüenza - ¿Cómo te sientes?

- Completa, honestamente, Derek esas balas no provocan gran daño en mí, fue más agotador concentrarme en no sanarme sola. Ellos aún no están listos para saber la verdad.

- Sé lo fuerte que eres, pero no me fue grato verte así anoche... Mi lobo casi me domina cuando escuché la amenaza hacia ti y hacia Dyl y la manada.

- Te puedo jurar que si deba un solo paso hacia nuestro hijo, yo misma le arrancaba la cabeza con mis propias manos.

- Lo se y agradezco cada día por la compañera que me enviaron.

- Me gusta cuando te pones romántico.

- Eso también lo se, tu cara esta roja - me responde antes de reír.

- Idiota...

Finge ofenderse y eso me divierte aún más. Dylan comienza a moverse de a poco y se refriega sus ojos con su manito y ese simple gesto me hace morir de ternura. Su verde mirada, idéntica a la de su padre, me atrapa por unos segundos antes de sonreírme y abrazarme.

- Hola amor - atrapo sus mejillas entre mis manos y reparto rápidos besos por toda su cara, causando que su risa desaparezca el silencio de la habitación.

Cuando lo libero, voltea hacia su padre y salta hacia él para saludarlo. Es un buen inicio del día, pero debemos salir a enfrentar la realidad de lo ocurrido anoche.

- Mami, tengo hambe...

- Yo igual, así que vayamos a preparar algo para comer.

Me levanto primera para ocupar el baño, me lavo la cara y los dientes antes de acomodar un poco mi cabello y chasqueó mis dedos para cambiar mi pijama por un estilo de ropa a lo Winchester. Aparte quiero ir primera a ver en que estado esta la cocina, no quiero que mi hijo vea la mesa cubierta de sangre de su madre. Al llegar a la sala, me encuentro con toda la manada durmiendo en el suelo entre muchas almohadas y mantas. Con una ligera sonrisa voy hacia la cocina y no hay rastro de sangre, los chicos se habrán encargado de limpiar todo anoche antes de irse a dormir.

Usando un poco de magia lleno la mesa de comida para todos y pongo hacer dos cafeteras. Al encender los aparatos, Sam entra por la puerta trasera y parece que estuvo corriendo al igual que cada mañana. Al verme, se seca la transpiración y se acerca a abrazarme.

- Estoy bien Sammy.

- Lo sé, pero fue un buen susto el de anoche - me responde al separarnos - Estuve revisando el área junto con Cas y esta todo despejado.

- Mi terreno y la casa tiene las mismas protecciones que el búnker, solo la manada y nuestra familia pueden pasar las barreras

- No me sorprende escucharlo - me dice Derek entrando con Dylan en brazos.

- Dyl, ve a despertar a la manada para que vengan a desayunar - con una sonrisa traviesa corre hacia la sala, por unos segundos se escucha silencio y luego unos cuantos gruñidos y alguna risas - ¿En dónde está Dean?