Una Odisea Dimensional

47. Son las decisiones que elijo.

Me lleva al menos una hora, explicarle todo a Parrish acerca de su situación actual. A lo largo de esa hora, Liam, Malia y Kira, se retiraron para regresar a sus hogares. Dylan, no parece tener la intención de moverse cuando mi teléfono suena y, por suerte, es solo un mensaje.

*Sam: Necesitamos hablar *

Estoy más que segura de que se trata de esa maldita marca. Las personas de mi alrededor, se dan cuenta de mi cambio de humor.

-¿Qué ocurre? - me pregunta Derek a mi lado.

- Mis hermanos quieren que hablemos - le respondo y noto su expresión de preocupación - Solo será una, máximo, dos horas. ¿Crees poder con Dylan? Voy aprovechar para buscar más ropa y libros.

- Me quedaré a ayudarlo - se ofrece Isaac y su Alfa, acepta su ayuda.

- ¿Puedo ir contigo? - me pregunta Stiles - Quiero pedir prestado algunos de sus libros, son muy interesantes.

- Por mí, no hay problema. ¿Noah?

- Te quiero para la hora de la cena en casa.

El adolescente, solo asiente con una gran sonrisa. Con cuidado, le paso mi bebé a Derek, el cachorro solo suelta un ligero gruñido, antes de acomodarse mejor. Me despido de él con un beso en su cabello y junto, por unos escasos segundos, mis labios con los de mi compañero. Stiles, ya está listo, esperándome en la entrada.

- Lydia, ¿Te gustaría acompañarnos? - mi pregunta los toma por sorpresa.

-¿Enserio?

- Claro, tal vez tú también encuentres algo interesante para leer.

Complazco a mi cachorro, abriendo el portal, haciendo danzar mis brazos. Soy la primera en pasarlo y al voltear, veo como la banshee se aferra al brazo de su compañero. Ambos abren mucho los ojos, al mirar sobre mi hombro. Al parecer no somos los únicos en la sala. Las otras dos personas, parecen estar bastante asustadas, mientras que apuntan sus armas hacía nosotros.

-¡Alto! ¿Qué hacen? - les grita Sam al ver la situación y no duda en ponerse en su camino - Es mi hermana y sus amigos, no son Demonios.

- Es que aparecieron de la nada - se justifica el jóven, dejando el arma sobre la mesa.

- Me disculpo por eso, no sabía que ya se encontraban aquí - les digo pasando por un costado de mi hermano - Soy Gemma Winchester, y ellos son Lydia Martín y Stiles Stilinski.

- Kevin Tran - me dice estirando su mano.

- Lo sé, el jóven profeta - le digo estrechando su mano - Y usted es la señora Tran.

- Así es.

- Un gusto conocerlos a ambos - les digo antes de girar para abrazar al gigante de peluche que tengo de hermano - Por en orden de importancia los problemas.

- Dean...-

- Comprendo... Stiles, muestrale el lugar a Lydia - le pido y acepta enseguida.

- Claro, ven Lyd.

- ¿En dónde esta?

- En su habitación...

Al saber el destino, me dirijo hacia allá con él a unos escasos pasos más atrás. No me sorprende encontrarme con la puerta cerrada. Golpeó dos veces.

- Largo Sam.

- No soy Sam, idiota - le respondo al entrar y enseguida se sienta en su cama - Hazme un espacio - le ordeno, para acomodarme a su derecha - ¿Las sábanas están limpias, verdad?