19. Nuevos aliados.

1K 97 8
                                    

La fuerte luz del amanecer me despierta. Miro primero a Dylan que aún sigue dormido entre medio Newt y de mí, cubierto por su manta para alejarlo de la arena. 

Thomas sin pensarlo despierta al resto cuando intenta ahuyentar un cuervo. De a poco nos desperezamos y comenzamos a estirarnos. Por más que hayamos dormido sin inconvenientes, los noto cansados. Mi cachorro tironea de mi ropa para llamar mi atención y me mira como si me estuviera reclamando algo.

- ¿Tienes hambre o necesitas un cambio? ¿o ambos? - le digo levantándome.

- No es el único - me dice Alby - Salimos tan rápido que no nos detuvimos por provisiones.

- En las mochilas cargue cuatro botellas de agua - les digo a todos - Dos de ellas, vamos a tener que racionarlas entre todos y las otras dos las dejaré para los biberones de él.

- Me parece lo más justo - me dice Thomas - Cuando tú y Dyl estén listos nos pondremos en marcha.

Newt me prepara un poco más de la mitad del biberón, mientras que procedo a cambiarle el pañal y todos se alejan. Toma con calma su leche en los brazos de Maia. Mientras que me acomodo un poco el pelo y me ajusto la cangurera. 

Sartén se coloca unas de mis mochilas y Winston la otra, cosa por la cual se lo agradezco. Maia me regresa a mi niño y Teresa me ayuda a cubrirlo con la manta para protegerlo del desierto. Me da una mano para enganchar la manta y que no se vuele. Una vez ya listos comenzamos a caminar por el medio, de lo que supongo, que antes era una calle. 

De un lado tengo a Chuck y del otro a Aris. Ninguno de los dice algo, solo se sienten cómodos caminando a nuestro lado. No puedo negar que me sorprendo al igual que ellos, al ver los edificios destruidos cubiertos de arena. Es horrible el solo pensar en todos los que han muerto, el día que todo comenzó. Escucho a los chicos caminar detrás de nosotros y veo a las chicas que van adelante sin decirse ni una sola palabra. Mientras que no se maten entre ellas no voy a interferir.

- Oigan, ¿qué fue lo que paso aquí? - nos pregunta Sartén.

- No lo sé, no creo que alguien haya vivido aquí en mucho tiempo. Espero que el resto del mundo no este igual - le responde Newt.

- Alto, todos esperen - nos dice Tomas - ¿Oyen eso?

Todos nos quedamos en silencio y escucho un sonoro zumbido acercándose cada vez más cerca de nosotros.

- ¡Corran! Ocúltense todos, ya... ¡ya!- nos grita Thomas.

No dudamos ni un segundo en correr en escondernos debajo de unos escombros y veo las naves pasar, mientras que intento mantener calmado a Dylan.

* ¡Es un maldito Berg! *

Las voz de Maia suena como eco en mi cabeza.

* Es más impresionante de lo que imaginaba*

*Sé que debemos mantener la calma, pero eso supera mucho lo que esperaba*

* Y todavía nos queda mucho más por ver*

- Jamás dejarán de buscarnos - escucho decir a Minho.

- Debemos movernos y alejarnos lo más posible de ellos - agrega Alby.

Seguimos caminando todos en silencio a excepción de Dylan que no para de balbucear, como si estuviese hablando consigo mismo y eso me provoca mucha ternura. Beso su frente y levanta su carita para sonreírme con esos dos pequeños dientes que ya están casi a la vista. Todo me parecía genial hasta que llegamos a una gran montaña de escombros que debemos escalar.

- Dame al pequeño larcho, lo llevaré un poco yo ahora - me dice Minho desabrochando las tiras.

- Gracias - le digo y con ayuda y la de mi hermana, atamos a Dylan a él.

Una Odisea DimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora