13. Otra vez aquí.

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Mierda, yo y mis estúpidos impulsos suicidas.

- Minho, tú y Alby son mis amigos no los dejaré que mueran acá.

- ¿Qué le pasó? - pregunta Thomas al ver a Alby inconsciente.

- Lo picaron.

- ¿Qué le paso en la cabeza?

- Hice lo que tenía que hacer - le contesta sin mirarlo.

* ¡Gemma! Estas demente o qué te pasa?! *

- ¡Maldición! - el grito mental de mi hermana me provoca dolor de cabeza.

- ¿Qué te sucede? - me pregunta Thomas.

- Maia está furiosa - le respondo - Denme un segundo.

*Juro que lo hice sin pensar, los vi ahí... lo lamento *

*Newt está muy molesto y Dylan no para de llorar desde que despareciste *

*Lo sé y lo siento mucho, ponte mi remera que uso para dormir y canta su nana, te tendré informada, pero debo concentrarme*

*De acuerdo, regresa a salvo para que te grite en persona *

Siento cuando se desconecta y nos sorprende el ruido del laberinto.

-Okey... ayúdame a levantarlo - le pide a Minho.

- Debemos correr el laberinto está cambiando - le responde en cambio.

- No podemos dejarlo aquí, será comida de penitentes - le digo con calma, evitando la estúpida discusión que iba ocurrir - Novato, tienes alguna sugerencia.

- Podemos cargarlo hasta encontrar un lugar para dejarlo a salvo.

Entre los dos lo levantan y comienzan arrastrarlo. Caminamos un largo rato sin decir una sola palabra y los detengo cuando veo el muro con las lianas. Thomas parece comprender enseguida mi plan y sientan a Alby para sacar las lianas más fuertes y lo atamos de la mejor manera posible y entre los tres comenzamos a jalarlo y cuando estamos a más de la mitad, escuchamos el sonido de algo acercándose y sabemos que se trata de un penitente.

- Hay que irnos - nos dice Minho.

- No, no un poco más - le ruega Thomas - Cálmate, cálmate quieres... un poco más, un poco más...

- No Thomas, lo siento...

Lo veo correr y sentimos como la soga se afloja un poco más y los pasos se sienten cada vez más cerca, empujo a Thomas hacia el suelo y se recuesta bien pegado a la pared y me coloco delante de él, ambos nos aferramos a la liana de Alby. Cuando pasa delante de nosotros inevitablemente, cierro mis ojos.

- Gemma, ¿estás bien? - me susurra al oído y solo muevo mi cabeza para decirle que sí - Debemos atar esto y alejar esta cosa de Alby.

Salgo de allí una vez que me asegura que puede solo y en poco segundos está a mi par. Lo escuchamos regresar y corremos a escondernos doblando la esquina. Sonidos aterradores nos invaden y comenzamos a caminar, hasta que él pisa algo pegajoso. Miro hacia arriba y lo veo.

- ¡Thomas, corre! - le grito jalando de su brazo.

La curiosidad le gana y cuando voltea lo escucho asustarse y vuelvo a jalar de él para seguir corriendo, esa maldita cosa se aparece delante de nosotros y damos la vuelta hacia el otro lado. Seguimos corriendo y el penitente nos acorrala en un callejón sin salida. Nos impulsamos pisando una piedra y comenzamos a escalar la enredadera, la terminamos de trepar con esa cosa pisando nuestros talones. 

Una Odisea DimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora