21. Dolor (maratón 2/2)

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- ¿Qué te pasa? - le pregunto - ¿Qué ha sucedido?

- Todo ha sido una verdadera locura, pero Thomas me ha mantenido a salvo... él... ha sido muy amable conmigo.

- Se trata de él,¿ verdad?

* Tal vez... *

* Sucedió el beso, ¿verdad? *

Ella solo asiente justo cuando lo vemos despertar y nos acercamos para escuchar mejor.

- ¿Qué? ¿Él es Marcus? - pregunta Thomas.

- Es inteligente este niño. ¿Tú eres el cerebro de esta operación?

- ¿Tú sabes dónde se ocultan? - le dice Jorge sujetándolo del cabello - Podrás venir con nosotros.

- Rompí esos vínculos hace tiempo. Además yo hago mis propios tratos - le responde - Tú fuiste el que me enseño que jamás deje pasar una oportunidad.

- ¿De qué hablas? - le pregunta Newt.

- Me refiero a la oferta y demanda. Cruel quiere reunir a todos los inmune que pueda, yo solo los ayudo a proporcionárselos. Así que yo atraigo a los niños, se embriagan, se divierten y luego, Cruel aparece.

- Ya cambie de opinión, hermano. Sí me gusta hacerte daño - le dice Jorge empujándolo al suelo, saca un arma y la apoya muy cerca de su cara - ¡Habla! ¡Habla!

- Okey, okey. No prometo nada, esta gente no se queda quieta - los chicos ayudan a levantarlo junto con la silla - Tienen una base en la montaña y está muy lejos. Y tienen a Cruel sobre sus talones, jamás lo van a lograr.

- No a pie, ¿dónde está " Berta"?

- No Berta.

Berta resulto ser una gran camioneta, la cual los chicos parecían estar entusiasmados por subir. Newt me pide a Dylan para llevarlo con él en el asiento de copiloto. Con el resto nos acomodamos lo mejor posible atrás. 

Noto que Maia intenta no mirar a Thomas, que parece no comprender que es lo que sucede. Estamos al menos dos horas de viaje y apoyo mi cabeza en el hombro de Minho, que parece no molestarle y me quedo dormida. 

Me despierto cuando el vehículo se detiene y me refriego los ojos. Todos comienzan a bajar del auto y vemos como el resto del camino está obstruido por otros autos.

- Bueno, creo que iremos a pie - nos dice Jorge.

En ese momento me acerco a Newt y le pido que me regrese a mi bebé y me ayuda a acomodarlo de nuevo. Caminamos en silencio, hasta que empiezan a dispararnos. Tiro conmigo al suelo para que se cubran a Chuck y Aris, que son a los que tengo más cerca.

- Amigos, ¿están todos bien?

- Sí, Thomas - le responde Teresa.

- ¿Alguien sabe de donde salieron esos disparos? - escucho a Newt unos metros más atrás.

Dylan parece querer llorar porque el sonido de las balas lo han asustado y logro calmarlo susurrándole su nana.

- Todo el mundo, debemos regresar a la camioneta. ¡Tápense los oídos! - grita Jorge.

Los gritos de dos chicas nos llaman la atención y nos ordenan que nos reunamos, mientras continúan apuntándonos con sus armas.

- No intenten nada - nos dice la chica de rastas - Despacio... ¿Aris?

Simultáneamente todos voltean a verlo y las chicas dejan al descubierto sus caras.

- No puedo creerlo, Harriet - le responde él acercándose para abrazarla.

Una Odisea DimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora