78. Verdades.

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Pov Tony.

Su momento de lucidez solo dura esos pocos segundos.

Nos preocupa, pero Strange se está cerciorando que todos los signos vitales se encuentren estables.

- Gabriel – lo llama Derek, lo noto inquieto al verla inconsciente de nuevo.

A diferencia de su hija, los ojos del hombre brillan de un fuerte azul eléctrico y comienza a escanear a Gemma. Mientras que el resto permanecemos en silencio.

- Tiene solo una pizca de su gracia angelical – nos explica suspirando – Lo bueno es que se está regenerando lentamente. Lo malo es que hasta la regenere por completo... su cuerpo deberá sanar de forma normal, como si fuera humana – agrega mirando las vendas que cubren sus heridas y los golpes en su cara – No sé que hizo para regresar, pero se ve que necesita descansar.

- Todos deberíamos hacerlo – les sugiero – Deben comer, ducharse y dormir un poco. Cuando vuelva a despertar FRIDAY nos avisara.

- Tienes razón – me dice Maia – Por mi parte lo necesito para no darle un buen golpe cuando despierte por habernos dado semejante susto.

Sin demasiada ganas, comienzan a retirarse todos. Aunque sus hermanos son quienes les cuesta más marcharse. Se acerca con cuidado y besan su frente y la de los niños antes de retirarse. Gabriel se acerca hasta Derek, quien no se ha movido ni un solo centímetro de su lugar, toca su frente y la ropa del hombre lobo luce limpia al igual que el dueño.

- Intenta descansar muchacho, lo peor ya ha pasado. Los niños te ayudaran a cuidarla – le dice el Arcángel antes de retirarse.

- Si necesitan algo... lo que sea, házmelo saber – le pido.

- Lo haré, gracias – me responde.

- Descansa tío Tony – me dice Dylan un tanto adormilado, pero esa frase me hace sonreír.

- Ustedes también niños – les digo antes de salir junto con Steve, quien me guía hacia mi habitación.

Han sido las veinticuatro horas más duras que he tenido que enfrentar y eso ya es decir mucho, luego de todo lo que he tenido que enfrentar desde que soy Iron Man.

- ¿Estás bien? – me pregunta mi rubio.

- Es extraño... - le digo mirándolo a los ojos - ... Amo a esa chica. – al decir eso lo veo fruncir su ceño molesto. Su actitud celosa me hace sonreír, antes de borrarle esa expresión a besos – No te pongas celoso Capipaleta, me refiero a que la amo como a una gran amiga y confidente... como una hermana. Ella ha hecho tanto por nosotros, por mí... - agrego con un suspiro – Estoy contigo... cosa que estoy seguro que no hubiese pasado de no ser por su intervención, tengo un hijo increíble y hasta tengo sobrinos... No hubiese podido superar su muerte.

- Te entiendo, por más que cuando la conocí me hacia rabiar de celos...

- Tú te enojabas solito, ella no lo hacía a propósito.

- Lo sé... es que tú la abrazabas como si se conocieran de toda la vida, cuando no te gusta tener contacto con extraños, ni siquiera te he visto darle un abrazo así a alguno del equipo...

- ¿Y tu punto es...? – lo interrumpo divertido.

- El punto es... que me hizo notar lo idiota que he sido al haber desperdiciado tanto tiempo lejos de ti.

- Pues... puedes comenzar ahora a compensarme todo ese tiempo perdido – le respondo tirando del cuello de su traje para besarlo.

- Te lo compensare el resto de nuestras vidas.

Una Odisea DimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora