05

38.2K 2K 748
                                    

.

Un nuevo día y no tenía clases hasta más tarde, así que desperté pasadas de las diez y media de la mañana. Aún no me acostumbró a este horario de clases. En fin, me encontraba sola en la habitación. Wendy y Raquel se habían ido a clases y de ahí se irían con Dallas a preparar la bienvenida de Randall. Me daba demasiada curiosidad conocerlo, todos hablaban de él y estaba obteniendo altas expectativas. Lo único que no entiendo es su obsesión con las fiestas desde la mañana. Porque ¿A quien engañamos? Esto se va seguir de largo y no será solo "una reunión".

Salí de mi cama, fui al baño hacer mis necesidades y a darme una ducha. Al salir tomé mi ropa interior, unos jeans de mezclilla, un top rojo y mis típicos tenis blancos. Tenía una leve obsesión con la limpieza de mis tenis, aparte de que son los que más uso. Quise dejar secar mi cabello naturalmente y me maquille sutilmente. En cuanto terminé fui a reunirme con los demás. Gracias al cielo que Wendy me dijo en donde se encontraban las habitaciones de los chicos, porque me hubiera perdido. Aunque literalmente estaban enfrente de nosotras, pasando un jardín lleno de mesas y sillas para pasar el rato.

–   ¡Al fin llegas mujer! – exclamó Raquel cuando logré entrar a la habitación. Todo ya estaba adornado y preparado. – ¿Te gusta la decoración?

–   Perdón, dormí mucho y sí, me gusta – sonreí y decidí salir a todos – Hola.

–   Hola – dijeron al unísono. En la habitación estaban Corey, Brent, Dallas, Raquel, Wendy y otro chico. Me imagino que ese era el menor de los Murphy.

–   ¿Qué hay? – me acerqué a él, ya que fue el único que no me contestó.

–   Hola, lo siento no te vi, soy Raymond – sonrío – el hermano menor de Raquel y Randall.

–   No me había dado cuenta que sus nombres empiezan todos con "erre".

–   Lo sé, mis padres se quisieron ver muy a la Kardashian. – reí.

–   Yo planeo hacer lo mismo con mis futuros hijos. – añadí de manera sincera.

–   Yo lo estoy pensando seriamente– reímos.

–   ¡Ya casi llega! – gritó Raquel. Todos nos escondimos en alguna parte de la habitación esperando que el dichoso y famosísimo Randall Murphy aparezca por esa puerta.

–   Auch – Raymond me había golpeado con su codo.

–   Lo siento – susurró. Bastaron unos cuantos minutos para que la puerta se escuchará.

–   ¿Qué demonios? – su voz ronca hizo que me dieran escalofríos ¿En serio el tiene diecinueve años?

–   ¡Sorpresa!

Todos salieron de su escondite para gritar al unísono, excepto yo, salí unos segundos después del escondite. Y ¡Oh por dios! ¿Alguien me logra agarrar? Porque me desmayo. Si, tal vez estoy exagerando, pero la persona que estoy viendo en estos instantes es demasiado atractiva.

Creo que debo unirme al club de la obsesión que tiene Yannel.

Randall es demasiado guapo, es alto, muy alto y musculoso, cabello castaño, parecía tener un poco de barba. Llevaba puesto un conjunto deportivo color negro y si que le quedaba demasiado bien. Realmente no parecía de su edad, pero demonios, verlo es como estar en el cielo.

Vuelve a mí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora