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Este día había sido de locos. El incendió, las sensaciones extrañas por Randall y la llegada de mi madre al internado. Joder, lo único que quería hacer era estar acostada en mi cama y olvidarme de todo. Ahora podía respirar paz, porque ya no tendría a Oliver conmigo todos los días y sus abusos ya no se llevarían a cabo. Sin duda estoy sumamente feliz, pues no quería estar todo este año con miedo y preocupaciones. No lo hubiera soportado. Lo más impactante es que fuera un hombre el causante de todo esto ¿No se supone que siempre es una chica? Creo que hubiera lidiado mejor con eso. Mi celular vibro, lo revisé y era un mensaje de Brandon.

"Ricardo se fue de la escuela, sus padres lo dieron de baja después de lo ocurrido"

¿Como dices que dijiste? ¿Se fue? No, es que eso no es posible. Con un poco de temblor me levanté de la cama inmediatamente. Tomé mis tenis y una playera más decente para salir corriendo en busca de Billy o Brandon. Quería que me lo dijeran en la cara y con detalles, porque no entendía nada. Pare en seco, ¿En donde debería de buscar? ¿En dónde rayos estarán metidos estos dos?. Corrí al campo cuando recordé que me dijeron hace unos días, que harían pruebas para entrar a The Rider's Oh.

Maldije cuando noté que estaban levantando el equipo de entrenamiento, los conos y esas cosas. Me dirigí a los vestidores, porque a lo mejor y ahí se encontraban todos. No me importa ver a hombres semidesnudos, es más, creo que ellos ni notarán mi presencia y eso es mucho mejor. Yo solo deseaba encontrar a mis amigos o si no pasaría la mayor vergüenza del mundo.

–   ¿Chels?

–   Billy – suspiré, solo se encontraba con una toalla alrededor de su cintura. Es tu amigo Chels, míralo a la cara – ¿Es cierto? ¿Ricardo se fue?

–   Si, le contó todo a sus padres, desde las bromas inofensivas hasta las más fuertes. – me sentí triste al instante – Imagínate como se pusieron, no estaban para nada contentos y decidieron sacarlo. – se recargó en su casillero – Créeme el director trato de convencerlos, pero no logró nada.

–   Se supone que no debíamos de decir nada.

–   Lo sé, pero debes de entender que Ricardo era el que más sufría de nosotros cuatro, lo mejor para él era irse.

–   Tienes razón, pero aún así es muy triste que él se fuera. – murmure – Logramos algo, el mayor abusador de esta escuela se fue. – Billy asintió.

–   Eso sí, no pudo con nosotros.– No tenía cabeza para pensar. Creo que, si mi madre se hubiera enterado de todo lo que me hicieron estando aquí, pensaría de la misma forma que los padres de Ricardo.

–   Hey Billy – se acercó Dallas – como eres uno de los nuevos jugadores de The Rider's Oh, habrá una fiesta el viernes en los jardines del internado...un segundo...– me miro – ¿Qué haces aquí? – reí al saber que no se había dado cuenta de mi presencia.

–   Vine hablar con Billy – sonreí.

–   Ok, señorita este lugar no es muy adecuado para hablar, pero bueno... ¿Irán cierto? – reí, mientras tanto Billy se encontraba serio, creo que aún no se acostumbraba a estos tratos.

–   Vaya, pues si, gracias – expresó él.

–   ¿Chels? – justo atrás de el se encontraba Randall de espaldas, pero sabía que estaba escuchando la conversación.

Vuelve a mí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora