Vuelve a mí (Terminada)

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–   ¿Te encuentras bien Chels?

–   Si Wendy, estoy de maravilla – sonreí sarcásticamente – me encanta demasiado que Talía se ande besando con Randall.

–   Hasta Japón se notó tu sarcasmo – rio Raquel.

–   Lo siento, pero no estoy de buen humor en estos momentos – suspiré – ayer la pasamos de lo mejor, dormimos juntos, actuábamos como pareja. Ahora solo nos miramos desde lejos y hacemos como si el día anterior nunca hubiera existido.

–   Chels – se acercó Jennie – no te debes de sentir así, ya sabes perfectamente porque Randall esta con ella.

–   Vamos a idear un plan, a todas nos cae mal. – expresó Debby, si, ya todos sabían acerca del asunto de Randall con Talía y Yannel.

–   ¿Quién les cae mal? – Tracy y Talía entraron a la habitación. No pude evitar rodar los ojos al verle la cara y sinceramente espero que lo haya notado.

–   Que te importa – contesto Tracy – es conversación de ellas.

–   Tiene toda la razón Tracy – intervino Raquel.

–   ¿Qué? Ay mi cuñada ¿Tanto me odias? – sonrió – antes nos llevábamos súper bien ¿Recuerdas? Íbamos de compras y hacíamos pijamadas – Raquel rodó los ojos.

–   Si, pero después supe lo bruja que eras con mi hermano y se me paso esa etapa.

–   ¿Lo bruja que era con Randall? Por favor, sabes perfectamente...

–   ¡Cállate! – le gritó. El silencio invadió la habitación y creo que era porque jamás habíamos visto de esta forma a Raquel.– Ya deja de hablar, lo único que provocas es caos – Esta vez había algo diferente en su mirada. Mientras tanto Talía parecía querer reírse, joder con esta chica.

–   Basta chicas, no queremos una pelea aquí – habló Jennie – vamos con los chicos, nos esperan abajo.

–   Si exacto, es mi fin de semana de cumpleaños – exclamó Wendy – y aunque hay personas que no quería verlas estos días – miro a Talía – tenemos que divertirnos.

–   Yo las alcanzo en un rato – les avise.

–   ¿Estas segura?

–   Si, estaré bien, solo quiero cambiarme de ropa y esas cosas – le contesté a Raquel.

–   Ok, te vemos abajo – me sonrió Jennie, yo asentí con la cabeza.

Todas salieron de la habitación, me levanté de la cama y antes de poder dirigirme al baño, la puerta de la habitación se abrió. Talía entró y cerró la puerta con seguro ¿Qué le pasa a esta loca?

–   ¿Qué es lo que haces? – pregunté molesta.

–   Tengo que hablar contigo – sonrió acercándose.

–   Oye en serio, no me molestes.– logré darle la espalda para continuar con mi camino.

–   No en serio, sé que esto te va a encantar – sonrió – es acerca de tu...que diga, de mi Randall – resaltó la palabra mí.