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–   Les dije que ellos habían sido.

–   No me sorprende que haya sido ese idiota. – expresé con seriedad – Me ha hecho la vida imposible desde que llegue aquí y ojalá que lo expulsen.

–   Chels, es Parker, hijo de un político importante ¿Crees que el permitirá que a su hijo lo expulsen? – negamos – Esta bola de idiotas siempre resuelve las cosas con dinero.– Tenía razón Billy, estoy segura que hasta sus calificaciones las compraban, no todos, solo uno que otro. Escuché el sonido de la puerta abrirse y dos cabezas se asomaron. Sonreí en cuanto vi a mis amigas y  corrieron a abrazarme.

–   Nos alegra que estés bien, creíamos lo peor, no sabes.

–   Estoy bien Wen – sonreí – solo un poco desconcentrada por todas las emociones que sentí en ese instante.

–   Estoy segura que de esta no se salva Oliver. – me aseguró.

–   Nosotros nos vamos ya – interrumpió Brandon – Lo más seguro es que el director quiera enterarse de lo qué pasó con más detalle, pero iremos solo nosotros tres para que tú puedas descansar.

–   ¿Quieres que te llevemos a tu habitación? – me preguntó Billy.

–   No – Raquel habló antes de que yo lo hiciera – mi hermano la llevará, no se preocupen.– tragué duro ¿Que?

–   Esta bien, cuídate. – Se despidieron de mí y se fueron de la habitación como si el incendio nunca hubiera pasado.

–   Ese Billy es todo un bombón.– Raquel no dejaba de ver a la puerta.

–   ¿Qué te traes con él? – se burló Wendy y yo reí.

–   Nada, se los juro, solo me parece guapo.– mordió sutilmente su labio inferior.

–   Si claro y Chelsea no está loca por Randall – yo deje de reír.

–   ¡Eso es cierto! – chille – yo no estoy loca por él.

–   Por supuesto que si – añadió de manera burlona Wendy – De todos modos tú lo traes loquito ¿Acaso no viste como entró en aquel incendio para salvarte?

–   Si lo sé – sonreí inconscientemente. – fue lindo de su parte. La puerta se abrió de repente, dejando ver al hermano de mi amiga. Mi corazón no pudo evitar acelerarse en cuando lo vi y mis manos comenzaron a sudar un poco, por dios.

–   Hola señoritas.

–   Hola – contestaron las chicas y yo estaba muda.

–   ¿Ya la llevarás a su habitación? – preguntó Raquel.

–   Si ella gusta si – su vista cayó en mi.

¿Por qué dios? Odiaba que me mirara. Era tan penetrantes sus ojos que sentía la sangre subirse hasta mi cara de la pena. Recuerda Chels, tú lo odias, dijeron que no existían para el uno al otro y ten en mente todo lo que te ha dicho. Sus comentarios hirientes, sus groserías, etc.

Pero también recuerda que él te salvo la vida.

–   Eh sí, estoy cansada. – susurré mirando mis manos temblorosas.
Mis amigas no dijeron nada, simplemente salieron de la enfermería. Randall me tomó en sus brazos con cuidado y yo rodeé mis brazos a su cuello.

Vuelve a mí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora