.
– ¿Me estas jodiendo Chelsea Griffin?
– No, lo digo en serio, me invito a salir hoy en la noche.
– No puedo creerlo – dijo Wendy.
– Yo tampoco puedo creerlo. – añadí sonriendo. Estaba con las chicas en la cancha de tenis. A Wendy le apetecía jugar y aunque ninguna de las tres sabíamos lo que hacíamos, le intentábamos solo para divertirnos y matar tiempo.
– ¿Ya sabes que ponerte? – preguntó Wendy – yo te puedo escoger algún conjunto.
– No, aún no tengo nada que ponerme y ni siquiera tengo cabeza para pensarlo. – jugué un poco con mi raqueta.
– Me lo imagino, pero ¡Anímate! Mi hermano tiene mucho tiempo que no había invitado a una chica a salir.
– No te creo – dije y era la verdad – el pejelagarto tiene mucha belleza como para no tener experiencia con citas.
– Te lo digo en serio. – soltó una risa– ¿Nunca dejarás de llamarle pejelagarto?
– Bueno aún tenemos tiempo para ver que ponerme. – me encogí de hombros.– Y no, no tengo intención de dejarle de llamar así. Es divertido ver cuando se enoja. – reímos.
– ¡Niña rara! – escuché el gritó de Randall a mis espaldas. El caminaba hacia nosotras – Nos vamos ya.
– ¿Estas jugando? – lo miré enojada– me dijiste que hasta la noche.
– Si, pero lo pensé mejor. – metió sus manos en sus bolsillos – El lugar donde tengo planeado llevarte queda muy lejos, así qué hay que irnos.
– Joder...– estaba haciendo berrinche como niña chiquita – al menos me hubieras avisado ayer en la noche.
– No importa, anda ve. – me animó Raquel. Me despedí de las chicas, me desearon suerte y caminé con flojera hasta él.
– Ni siquiera me veo presentable. – traía solo un conjunto deportivo.
– Así te ves linda, deprisa. – me dio la espalda.
¿Me ha dicho linda?
– ¿Se podrá saber a dónde vamos?
– Iremos a un lago – contestó, íbamos caminando para su auto. Y demonios, sí que le gustaba los autos deportivos – está un poco lejos, manejando son unas tres horas.
– ¿Y no llevaremos nada de comer?
– No, pasaremos por una tienda a mitad del camino – suspiré – ahí podrás comprar lo que se te antoje.
– Entonces iré por mi cartera – dije– no traigo nada – suspiró de la frustración, supongo – ¿Qué? No es mi culpa que me avisarás hasta ahora.
– Esta bien, vamos.– Nos regresamos para ir a los dormitorios. También aprovecharía para cambiarme de ropa y agarrar una mochila con lo que necesite. El viaje será largo y será súper incomodo con Randall muy cerca.

ESTÁS LEYENDO
Vuelve a mí (Terminada)
Teen FictionChelsea, es una chica estudiosa, amable, hermosa y educada. Llega al internado más prestigioso de Nueva Jersey gracias a una beca y planea seguir sus sueños, pero con la sorpresa de qué tal vez las cosas no salgan como ella quiere. Randall, es un c...