40

30.7K 1.5K 292
                                    

.

Ahora nos encontrábamos caminando por las calles iluminadas de esta zona y déjenme decirles que era muy hermoso. Hay variedad de locales, ya sea de comida, ropa, manualidades, etc, claro, lo que no puede faltar son las discotecas y restaurantes, había cientos de ellos.

–   ¿Te gusta? – Randall se posiciono a mi lado.

- Si, es muy hermoso – mi corazón comenzó a latir muy rápido.

–   Ya tenía mucho tiempo que no venía a este lugar – no dije nada, solo prestaba atención – siempre venía con mi familia cuando era chiquito, desde hace dos años que deje de venir.

–   Bueno no es mucho tiempo, creía que había pasado siete años o algo así – reímos.

–   Para mí uno o dos años es bastante tiempo. – se encogió de hombros.

–   Yo jamás había venido a estos lugares – sonreí – ni siquiera salía mucho de casa. Desde chiquita siempre tuve que trabajar, ya sabes, como vendedora o mesera. A mi madre y a mí no nos daba tiempo de dar un paseo.

–   ¿Y tu padre? – preguntó extrañado – me imagino que también ayudaba a la casa ¿No? – Sentí un escalofrió recorrer por mi cuerpo. Solo mis amigas sabían lo de mi padre, no muy a fondo, pero lo saben.

–   He si...mi padre ayudaba a la casa, solo que, tiene mucho que el falleció – Randall se encontraba serio – Mis padres antes tenían trabajos estables cuando tan solo yo era una niña. Los dos ganaban bien, no éramos millonarios como tu familia, pero no nos hacía falta nada. Todo empeoro cuando acusaron a mi padre de haberse robado dinero de la empresa donde estaba, creyeron que mi madre era su cómplice y a ella también la echaron – suspiré – Mis padres en ese entonces trabajaban muy duro para mejorar en su empleo, pero la envidia de los demás provoco los problemas. Mi padre se frustro demasiado por no encontrar trabajo en lo que él quería, la demanda de aquel dinero que supuestamente robaron caía en sus hombros. Dejo de cuidarse y su corazón no resistió mas – me sorprendí al saber que ya no lloraba al contar esta historia. – Los doctores nos daban las operaciones más caras, la otra opción era un trasplante de corazón, pero tardaba meses en que llegara alguno. Mi madre se mataba trabajando, y yo trataba de ayudarle en cosas sin importancia, como vender galletas, ropa que no me quedaba o hacerle el aseo a ancianas que vivían en mi cuadra, pero me sentía tan satisfecha en poder ayudarles. Tenía solo tenía diez años cuando mi padre, simplemente se fue.

–   Lo siento tanto Chels – me miró –¿No tenían más familiares que las ayudaran? – negué.

–   La familia de mis papás no viven aquí en Nueva Jersey. Sé que eso no es justificación, pero digamos que jamás nos llevamos bien con "la familia". Ellos ni siquiera vinieron al funeral de mi padre.

–   ¿Por qué no se llevan bien?

–   A mi padre lo estaban obligando a casarse con otra mujer. El se negó y escapo con mi madre aquí a Nueva Jersey – Randall sonrió.

–   Eso es de valientes. – miró al suelo.

–   Si, mis padres se amaban demasiado, a pesar de los problemas que iban a tener, prefirieron su amor que cualquier otra cosa.

Si, esto era una indirecta para el señor Randall Murphy, pero es hombre, no creo que la haya captado.

-No sabía nada de tu vida y yo simplemente me burle de ella – sé que estaba arrepentido – pero admiro a tu padre, él no era un cobarde.

Vuelve a mí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora