29

33.3K 1.7K 152
                                    

.

Mi fin de semana había sido increíble. Me divertí muchísimo y más estando con Randall. Jamás creí ver un cambio en el, bueno, uno leve, porque aún tiene su cara de querer matar a todo el mundo. Tampoco es que se haya hecho el hombre más romántico, pero estaba satisfecha en conocerlo mejor. Se sentía tan extraño, eso se los puedo asegurar y me refiero a que hablaba con él por mensajes de texto. Era como si fuéramos otras personas. No discutíamos, simplemente hablábamos de cosas que nos gustaban y entre otros temas diferentes.

Hoy es lunes, empezaba otra semana en el internado, pero sabía perfectamente que todo cambiaría y eso me emocionaba ¿Cómo reaccionaría la escuela al ver que Randall y yo estamos juntos? Creo que no nos debería importar mucho, aunque aún no somos novios, pero actuábamos como unos. Lo único que me ha pedido es tiempo y lo entiendo, no me ha contado nada acerca de su "pasado tan misterioso". Terminé de ducharme y salí del baño encontrándome con todas las chicas arreglándose.

– Yo digo que en unos días te pedirá ser su novia.

– Yo también creo eso, aunque mi hermano es lento de aprendizaje. – solté una risita.

– Que grosera eres con tu hermano, el me pidió tiempo y lo aceptaré, porque aunque no lo crean me preocupa lo que pueda decirme. – noté que Raquel se tensó. ¿Tan grave es como para que ella se pusiera así?

- Aaw, ahora lo defiende – dijo Wendy.

– ¿Qué clases les toca? – hablé para olvidar el tema – a mí física y odio esa materia.

– Yo también – dijeron al unísono las chicas.

– Genial.

Camine hasta mi armario y saqué unos jeans, un top rosa que me regalo Wendy y una chaqueta de mezclilla. Me puse mis vans blancas y dejé mi cabello suelto para que pudiera secarse naturalmente. Hasta este momento no sabía cómo agradecerle a Wendy por todo lo que ha hecho por mí. Desde que perdí algunas cosas en el incendio, ella me ha dado prendas de su closet que ya no le quedan y yo por mi parte me traje más ropa de mi casa. No quiero que piense que me estoy aprovechando o algo así.

– ¿Te estas arreglando mucho ¿No crees?  – me miro con cara de pervertida.

– Déjala – exclamó – se quiere ver más hermosa para mi hermanito.

– Basta – reí.– Vamos que llegamos tarde.– Terminé de arreglarme y caminamos hasta nuestro salón de física. No tenía la menor idea de donde se encontraba Randall y estaba muy nerviosa, no sabía cómo reaccionar frente de él. Tomé asiento en los pupitres de en medio. Aún faltaba unos minutos para que empezara la clase.

– Ya les dije que Randall cae a mis pies, siempre. – Entró Yannel y sus amigas, entre ellas Tracy, quien rodó los ojos fastidiada. Aún no entendía porque se juntaba con ellas y jamás le he preguntado –Es más, todo ese grupo de amigos cae a mis pies.

– Maldita perra – susurró Wendy – está muy idiota si cree que mi Dallas caerá a sus pies de gata.

– ¿Yannel es una perra con pies de gata? – preguntó confundida Raquel y reímos.

– Tú me entendiste. – ella se justificó.

– No le hagas caso, no vale la pena.

Vuelve a mí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora