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Nos quedamos unos veinte minutos comiendo en silencio. No supe que comentar después del comportamiento de Randall, pero algo que si pude darme cuenta fue que quiero estar con él, pase lo que pase.

Tal vez puedan decirme loca, decirme que hay hombres que me pueden tratar mejor que el. Es solo que Randall tiene algo que me llama tanto la atención y sé que a pesar de todo él no es malo.

–   Yo...– comencé hablar – a pesar de todo lo que hiciste al conocernos...

–   No quiero hablar de eso Chels, estoy dispuesto a cambiar – me interrumpió.

–   Yo solo quiero decir que olvidemos eso y comencemos desde cero – lo mire fijamente – podemos hacerlo y lo sabes, es más, lo estamos haciendo ahora.

–   Quiero estar contigo – afirmo.

–   Yo también quiero estar contigo – sonreí.

–   ¿Pensaste en lo que Raquel te dijo? – miré su plato, ya casi iba a la mitad, joder, este hombre come más rápido que Flash.

–   No, yo no puedo tomar esa decisión Randall, solo mi madre.

–   ¿Pero hay una posibilidad de que acepte? – en sus ojos había esperanza.

–   Me imagino que si – sonreí sin mostrar los dientes.

–   Espero que acepte, no podré controlarme estando cerca de ti – casi me atraganto.

–   Que gracioso.

–   ¿Allen quiere contigo? – mojó sus labios. – Algo que amaba de Randall es que es muy directo solo para algunas cosas. Me refiero a que él siempre va al grano, sin pretextos, sin alardeos, solo a lo que le interesa.

–   No, solo es muy amable conmigo – hice mi mejor cara de niña buena esperando a que se enojara un poco.

–   Ya veo – murmuro – el parece que sí, no te quitaba los ojos de encima en la playa. – esculco en su comida, no me miraba.

–   No es para tanto, todo el mundo me estaba viendo – bromeé.

–   ¿Te parece si pido la cuenta? – solté una carcajada sabiendo que si había funcionado hacerlo enojar.

–   Si, ya es algo tarde – reí. Randall y yo salimos de buffet después de pagar la cuenta. Eran las once de la noche y esto aún seguía como si fueran las cuatro de la tarde.

–   Dallas me dijo que ya están en casa.– me informó mirando su celular.

–   Lo supuse – suspiré.

–   ¿Quieres ir a la playa un rato? Debes de ver el mar en la noche.

–   Me parece bien.

Sin pensarlo tome la mano de Randall, creía que le iba a incomodar, pero fue todo lo contrario. Estuvimos caminando hasta llegar a la casa de Wendy. No quedaba tan lejos y eso era lo que me gustaba, todo estaba al alcance.

–   Es hermoso – murmure.

Y lo era, el mar se veía increíble a la luz de la luna. Por primera vez veía las estrellas con claridad y el choque de las olas lograba relajarme, eso era fantástico. Nos acercamos un poco más, podía sentir la fina arena meterse en mis zapatillas y ser sacada gracias al agua.

Vuelve a mí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora