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(Semanas después)Aún no podía mover muy bien mi brazo, aunque el doctor dijo que ya me encontraba mejor. A pesar del dolor tenía que acostumbrar a mi brazo en tener la movilidad que siempre ha tenido. A veces lo intento, pero otras veces prefiero no sentir el dolor. Randall, mi madre y mis amigos me han ayudado mucho y se los agradezco.
– ¿Ya te sientes mejor? – Mi madre había decidido que me quedará con ella en mis días de recuperación. Justamente hoy regresaría a dormir al internado y tratar de llevar mi vida normal.
– Ya mamá, estoy mucho mejor.
– ¿Puedes mover bien el brazo?
– Si – levanté mi brazo un poco más arriba de lo normal – aún me duele, pero ya no tanto como los primeros días.
– Me alegro mucho. – beso mi mejilla.
– Y yo me alegro que me hayas dejado quedar en el internado. –suspiró.
– Randall me convenció y sé que estarás segura con él.
– No debes de preocuparte, te dije la verdad – la abracé – Oliver era el único psicópata en ese internado.
– No menciones su nombre, por favor.
- Y hablando de decir la verdad – me separé de ella - ¿Quién es ese tal Gabriel? – fruncí el ceño.
– No es nadie importante hija. – Mi madre entró a la cocina dejándome sola en la sala.
– No, no, a mí no me mientas – la seguí – ¿Te atrae? ¿Se gustan?
– Hija por dios, a penas lo conozco.
– Eso no importa mamá, el tiempo no vale en estos casos. Te puedes enamorar de una persona en dos días y estar con ella para siempre.
– No estoy para eso.– bajo la mirada.
– Eres joven, por dios, puedes enamorarte las veces que quieras. – logró quedarse pensativa por unos instantes y se que muy en el fondo quiere explotar.
– Gabriel es el mejor amigo del padre de Randall – relató – él me ha ayudado mucho en el trabajo y me ha enseñado muchas cosas. – inconscientemente sonrió – Tanto en lo laborar como sobre la vida entera.
– Eso es increíble – añadí con emoción y me volteó a ver.
– Lo sé, pero lo nuestro por el momento no puede ser.– explicó mirando sus manos.
– ¿Por el momento no puede ser o es porque tu no quieres que suceda? – alce la ceja.
– Ok, tal vez yo aún no quiera.
– ¿Es por papá? Porque si es por él, disculpa la palabra mamá, pero es muy estúpido. – me miró mal – Papá estará muy orgulloso en que comiences la vida a lado de un hombre caballeroso y que no solo estés estancada en el trabajo. Yo quiero tu felicidad y si Gabriel te da la felicidad, adelante – sonreí – nadie te detiene.
– ¿Desde cuándo maduraste?
– ¡Oye! – me hice la ofendida, reímos – que graciosa eres madre, solo quiero verte feliz. – Me acerqué a ella y la abrace. Duramos así por unos minutos, hasta que escuchamos el claxon de un auto. Sonreí de inmediato, porque ya sabia de quien se trataba.
– Creo que tu hombre te está esperando.
– No digas eso – reímos. – me voy – Me separé de ella, tome mi desayuno, mi mochila y me aproximé a la salida.
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Vuelve a mí (Terminada)
Novela JuvenilChelsea, es una chica estudiosa, amable, hermosa y educada. Llega al internado más prestigioso de Nueva Jersey gracias a una beca y planea seguir sus sueños, pero con la sorpresa de qué tal vez las cosas no salgan como ella quiere. Randall, es un c...