Vuelve a mí (Terminada)

27

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–   ¿En dónde estabas Chels? –
Después de pasar un buen rato con Randall, llegué junto con las chicas que estaban en el jacuzzi. Principalmente para que no sospecharan de mi ausencia por más de veinte minutos.

–   Estaba recorriendo la casa – dije no muy segura. – el jardín es enorme.– Y no mentía, había muchas flores, arboles también, cancha de básquet, etc.

–   ¿En serio? Se me hizo raro, porque justamente mi hermano también desapareció. – las chicas rieron y yo estaba a punto de ponerme roja de la vergüenza.

–   El y yo nos odiamos – aclare.

–   ¿Se odian tanto que los dos tienen los labios tan hinchados? – dijo Debby.

–   Yo...el... – genial, tartamudeaba.

–   Tranquila Chels – dijo Wendy – no tienes por qué negarnos que te andabas explorando la boca de Randall. Somos tus amigas.

–   Es que...– mordí mi labio.

–   ¿Si te besaste con mi hermano? – abrió los ojos sorprendida – ¡Genial, al fin tendré a una cuñada que me caerá bien!

–   Oye no – negué – no te emociones, fue algo...

–   Deja de poner pretextos – hablo Tracy – Randall no dejaba de verte cuando te quitaste el vestido – me guiño el ojo – todas sabíamos que él iba a caer a tus pies.

–   Mejor ve con mi hermano y hablen– Raquel me saco del jacuzzi – anda ve.

–   No, no quiero – parecía la hija chiquita.

–   Chelsea Griffin, ve – y Raquel parecía la madre.

Solté un suspiro y caminé hasta donde estaba Randall, este se encontraba hablando con Dallas, algo alejados de nosotros. Podría notar que hablaban de un tema delicado, ya que el pejelagarto se encontraba serio y pensativo, mientras que Dallas movía sus manos algo desesperado. No iba acercarme, me daría pena interrumpir su conversación, pero tal vez si los espiaba no me sentiría tan mal.

Siempre chismosa, nunca inchismosa.

–   No puedo hacerlo Dallas – escuché a Randall, me encontraba detrás de unos arbustos, solo espero que no me salga ningún animal – Yo...diablos, me conoces, sabes lo cobarde que soy en estos temas. – ¿Qué temas?

–   Claro, eres cobarde para decir "Oye Chels, me gustas desde la primera vez que te vi, pero nunca quise aceptarlo por eso te decía comentarios hirientes, ¿Quieres se mi novia?", pero no eres cobarde para besarla durante unos quince minutos o más. – casi se me sale un gritó de emoción, pero lo contuve.

–   Es diferente – comentó exaltado – me da miedo hacerle daño.

–   ¿Acaso te llamas Oliver y no Randall?

–   No es eso, tu sabes como soy. No puedo mantener una relación y todas las que he tenido fueron un fracaso por todo por lo que pase...

–   No, permíteme decirte algo. Una relación es de dos y en la mayoría de los casos estuviste con mujeres que solo querían tu dinero o que te juzgaron de la peor manera.