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– Lo hicieron genial – saltó mi amiga de la pequeña grada abrazando a sus hermanos al mismo tiempo. El partido ya había terminado y éramos los únicos que nos encontrábamos en el campo.
– Hacemos otras cosas geniales – añadió Randall con un poco de picardía. Ellas rieron al igual que todos y yo simplemente ignoré su comentario.
– Hola Chels – escuché la voz de Harold a mis espaldas.
– Hola Harold ¿Qué haces aquí? – me aleje un poco de todos para acercarme a el.
– Acabo de jugar – dijo de manera obvia. Me sorprendí porque no lo había visto en todo el partido. Y digamos que tampoco soy muy observadora, ya que aún traía el uniforme del equipo. Creo que sólo mi atención se encontraba en Randall, demonios.
– Perdón, que estúpida – reí – no soy muy observadora y no sabía que jugabas.
– No hay cuidado y si juego, aunque acabo de entrar. – sonrió – deje el boxeo por el americano.
– Eso es genial, bueno, de los dos lados recibes golpes y das golpes. – reímos. Había notado que todos ya se habían ido, excepto Randall y Brent, se encontraban atrás de nosotros, sospechosamente.
– ¿Te apetece ir a otro lugar a platicar? Digo, tengo que irme a cambiar. – creo que se ponía incómodo con la presencia de Randall.
– Si, te acompaño – comenzamos a caminar más de prisa.
– ¿Entraras al equipo de porristas?
– No creo que acepten a las becadas– murmure – de todos modos, no soy muy buena en eso.
– Yo diría que sí, puedo ayudarte a entrar. – reí.
– Lo pensaré. – mentí, no tenía nada que pensar. Nos quedamos unos segundos callados. – Yo...
– ¿Tienes algún problema? – La voz de Harold dio escalofríos y creí que me lo había dicho a mí, pero estaba equivocada. Él se dirigía a Randall, porque este seguía caminando atrás de nosotros como si quisiera escuchar toda nuestra conversación. ¿Qué les ocurría? No quería una pelea con estos dos.
– ¿Qué no puedo caminar hasta los vestidores? – respondió firmemente.
– Ajá, claro, ¿Y no nos puedes pasar o algo así? Tienes todo el espacio del mundo.
– ¿Te molesta que este escuchando las mentiras que le dices Chelsea? – se cruzó de brazos. Harold se acercó peligrosamente hacia Randall, lo mejor sería parara esta discusión ¿cierto?.
– Oigan ya basta – me acerqué a ellos. Me entró la desesperación al verlos muy cerca del uno al otro. – no quiero peleas aquí.
– No te metas – habló Randall.
– No le hables así imbécil – respondió Harold.
– ¿La defiendes? ¿A qué juegas imbécil? Aléjate de ella. – espera ¿Qué?
– ¿Me lo vas a prohibir? – soltó una risa – Tu eres el que debe de alejarse de ella.
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Vuelve a mí (Terminada)
Teen FictionChelsea, es una chica estudiosa, amable, hermosa y educada. Llega al internado más prestigioso de Nueva Jersey gracias a una beca y planea seguir sus sueños, pero con la sorpresa de qué tal vez las cosas no salgan como ella quiere. Randall, es un c...