Vuelve a mí (Terminada)

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Era Billy, él se encontraba justo enfrente de mí, golpeando frenéticamente a Oliver.

–   ¡Billy, él tiene un arma! – grité. La tomó mientras Oliver aún seguía en el suelo algo inconsciente.

–   Eres la persona más asquerosa que he conocido en el mundo – escupió molesto – Esto no se quedará así Oliver, te metiste con alguien intocable y ahora querido amigo – Billy sonrió – te toca pelear con la bestia. – Oliver balbuceaba cosas, yo no dejaba de llorar.

El me había tocado y les juro que creí que iba a pasar a mayores si Billy no hubiera llegado.

–   Chels...– se acercó a mí – vámonos de aquí – sollocé – Chels...

–   Me...Billy...el...

–   Basta Chels, vámonos. – Caminamos hasta su auto y una vez adentró enseguida arrancó dejando en el suelo a Oliver.

–   ¿C-como me encontraste? – limpié mis lágrimas, me sentía tan sucia.

–   Los seguí – íbamos a toda velocidad, pero no importaba en estos momentos – noté que te fuiste hacia el estacionamiento, tuve la intuición de que algo malo pasaba. Así que fui a vigilarte – suspiró – sé que estuvo mal, pero que bueno que lo hice. – asentí – Observé que hablabas con un chico, creí que era alguien equis del internado y me tarde unos segundos en saber que era Oliver. Vi como subieron al auto y no dude ni un segundo en seguirlos.

–   Y llegaste a tiempo – susurré.

–   Por suerte si – me miro – ¿No te pasó a...

–   No, creí que iba a pasar a mayores – murmure – me toco...y yo...

–   Ok, está bien, ya no sigas Chels – me calle al instante – ese maldito las va a pagar.

–   No le digas nada a Randall.

–   ¿Qué? Por supuesto que le voy a decir a Randall. – añadió enojado.

- No, Billy, él no sabe que Oliver regreso y...

- Y tiene que saber que toco a la chica que le importa.

–   Billy...

–   No hay más que discutir Chelsea y te juro que después de esto vamos a destrozar a esos hijos de puta. Solo vinieron hacer la vida imposible a algunos nosotros. – sabia a quienes se refería.

–   No quiero que las cosas se compliquen. – sollocé – Oliver siguió las ordenes de Talía, a ella le molesta mi presencia y al mismo tiempo quiere venganza.

–   ¿Por todo lo de Randall?

–   Si, dios Billy – limpie mis lagrimas con furia – ella se quiere deshacer de mí.

–   Y con más razón debemos decirle a Randall.

–   Creo que si...

–   ¿Por qué accediste a venir con él?

–   Me amenazo, dijo que le haría daño a mis amigos y a Randall – suspiré tratando de calmar mis lágrimas – traía el arma, Billy.

–   No debes creerle ni una sola palabra a ese idiota – apretó fuertemente el volante – Lo único que hace es meterte miedo, el no es ningún mafioso para tenernos vigilados.

–   Siempre debo de temerle a alguien que tiene bastante dinero – murmure.

–   Tranquila Chels, ya casi llegamos. – tomó mi mano dándome apoyo.