17

32.4K 1.8K 176
                                    

.

–   Ahí están. – el entrenador Bucker nos saludó y nosotros hicimos lo mismo – Gracias por quererme ayudar. Me dejaron un lió en este gimnasio y creí que no habría tantas cajas.

–   No se preocupe entrenador, nosotros lo ayudaremos. – Billy sonrió.

–   Gracias, iré por otras cosas y en un momento vuelvo a ayudarles, ustedes comiencen. – el entrenador se fue dejándonos solos.

–   Este lugar sí que es aterrador – dije.

–   Demasiado – siguió Brandon – pero creo que es mucho más agradable que ese internado. – Las cajas no pesaban tanto y eso es mucho mejor para nosotros.

–   Oye tampoco es para tanto – soltó una Ricardo – no sé porque siguen guardando cosas aquí si este lugar se caerá en cualquier momento.

–   ¿Saben la historia de este gimnasio? – pregunté con curiosidad.

–   La verdad no – habló Billy – lo único que se es que se construyó mucho antes que el internado.

–   Se supone que lo abandonaron porque hubo una matanza aquí – explicó Brandon – y lo mantenían lejos porque decían que pasaban cosas extrañas.

–   ¿En serio? – dijimos al unísono Ricardo y yo.

–   No – Brandon y Billy rieron. Suspiré aliviada.

–   Idiotas – reí negando con la cabeza. Soy fanática de las historias y peliculas de terror, pero no me gustaría que algo paranormal me pasase ahora mismo.

–   Son más que idiotas. – dijo Ricardo.

–   Sólo abandonaron este lugar porque quisieron y el internado lo usa como bodega para desechar sus cosas.

–   Es una pena – dije – tienen cosas buenas y las tiran.– En las cajas habían diferentes objetos, como trofeos viejos, equipo de tenis, de básquet, en si, de todos los deportes y varios se ven de buena calidad. También había demasiada ropa. El único uniforme que se usa en este internado es para el deporte y aquí había mucha de ese estilo. ¿En serio tiran estas cosas en lugar de donarlas?

–   Mira, aquí hay una playera de tu novio Chels – comentó Brandon, en sus manos estaba una playera que en la parte trasera decía "Randall 16". Creo que era su antiguo número en su equipo.

–   No es mi novio.– proteste.

–   Lo que digas – volvió a reír.

–   Oigan ¿No huele raro? – preguntó Billy – ¿O estoy loco al creer que huele a gasolina?

–   ¿Gasolina? Por supuesto que no –  pero justo me llego el olor – mentira...si huele.

–   ¿De dónde vendrá? Este gimnasio es muy viejo puede haber una falla. – comenzamos a buscar el lugar donde provenía el olor.

–   ¡Cuidado Chels! – Escuché el grito de Ricardo. Sentí un gran dolor en mi brazo derecho provocado por el jalón que me dio, evitando que las cajas que se encontraban en los grandes estantes cayeran encima de mí. – ¿Estas bien? Lo siento, te hice daño.

Vuelve a mí (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora