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Habían pasado dos días desde que habíamos visto las fotos que guardaba Jack. Después de varias amenazas por parte de Kendra, el moreno prometió no subir ninguna foto en la que se me viera a mi.

No tengo claro que hubo entre Kendra y Jack pero estoy segura que donde hubo fuego quedan brasas. Y en ningún momento pasaron inadvertidas esas miraditas que le echaba Jack.

Apoyé la cabeza en la taquilla de al lado observando mi reflejo en el pequeño espejo que coloqué en el interior de mi puerta. Gracias al reflejo pude ver como llegaba Kendra por detrás.

Desde que me estaba ayudando a buscar al chico de la fiesta, o como ella lo llama al misterioso capullo, nos veíamos mas a menudo y eso me gusta. Kendra es muy simpática, a pesar de tener ese aire misterioso por su forma de vestir, que la gente piense que es rara y le tenga miedo es solo fachada. Por dentro había descubierto que existe una Kendra con sentimientos, vulnerabilidades y deseos que esconde para que nadie juegue con ella. La admiro por ser tan fuerte pero sé que por dentro sufre por ser tan fría con la gente por el miedo a que la traicionen o le rompan el corazón.

En cuanto llega a mi lado no dice nada solo saca su barra de labios granate y se maquilla ante mi espejo.

No puedo evitar fijarme hoy en su ropa. Pantalones imitación cuero, con botas militares negras y una camiseta negra ancha con algunos cortes formando dibujos, pero eso no es lo que mas llama mi atención sino que la lleva al revés.

Sonrío picara y ella aparta los ojos del espejo para mirarme mientras sigue aplicándose el pintalabios tan oscuro a juego con estilo de hoy.

-¿Que?

-Llevas la camiseta al revés -digo sin dejar de sonreír.

Los ojos de Kendra se amplían al bajar la mirada a su ropa y confirmar lo que dije. Guarda su pintalabios en la mochila y puedo ver un pequeño colorado formarse en sus mejillas.

Veo como se aleja y cierro la taquilla antes de seguirla hasta el baño.

Como no hay nadie Kendra se mete en uno de los cubículos y al salir ya tiene la camiseta del derecho. Se mira en el espejo retocando las imperfecciones del maquilla y yo la miro con una sonrisa malvada.

-¿Y quien a sido? -pregunto apoyándome en el lavabo pero Kendra mi ignora-. ¿Fue esa chica del otro día?

Kendra me mira un segundo con cara de poco amigos pero yo sigo sonriendo.

-Venga dímelo, por favor. Entre nosotras no hay secretos -insisto-. ¿Ha sido con un chico?

Y entonces las mejillas de Kendra se ponen mas coloradas y baja la mirada reprimiendo una sonrisilla tonta.

-Ha sido un chico -afirmo-. ¿Quien?

-No voy a decírtelo.

-¿Por qué? -gimoteo dolida-. Yo te lo cuento todo.

-Porque no -dice apoyándose en el lavamanos-. Ademas, tu no apenas tienes vida sexual que contar.

-No es justo -me quejo cual niña cruzándome de brazos.

-La vida es dura chica.

-No será tan horrible.

-Para mi lo es -dice cogiendo su mochila y arreglándose el pelo antes de querer salir del baño.

Al pensar en ello me di cuenta de que solo puede ser una persona.

-¡Oh dios mio! Ha sido con Jack.

Kendra frena antes de llegar a la puerta, me mira culpable y a la vez enfadada por meterme en sus secretos a pesar de que ella misma me dijo que entre nosotras no hay secretos.

Esclava del deseo ✔️ [Esclava #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora