¿Se puede echar de menos a una persona que viste hace apenas unas horas? La respuesta es si.
¿Se puede echar de menos a una persona teniéndola delante a unos metros? La respuesta también es si.
¿Y se puede echar de menos como se siente cuando una persona te acaricia y como te hace sentir? La respuesta es por supuesto que si.
Y puedo asegurarlo de sobra porque lo he vivo en propia piel cuanto se puede llegar a echar de menos a una persona. Yo creía que extrañaba muchísimo a mi hermano después de una semana, pero eso no se compara a lo muchísimo que ya extraño a Hades después de haberlo visto ayer en mi casa y ya siento el mono y las ansias de una drogadicta por tener mas de su droga favorita.
Dios, tengo un gran problema. Pero vamos bien, el primer paso es admitirlo. Y la pregunta es, ¿quiero ponerle remedio? pues la verdad es que no.
Vivo perfectamente con el fuerte deseo de ver, besar y tocar a Hades a todas horas del maldito día.
Por eso no puedo dejar de mirar la hora en mi móvil desde que me levanté y llegué al instituto, porque estoy deseando ver a mi dios griego y el tiempo parece ir en mi contra, no solo parece ir mas despacio sino que da marcha atrás y el tiempo se vuelve infinito, aunque me entretengo disfrutando de mi fondo de pantalla de mi sexy dios con Cerbero, creo que se convirtió en mi foto favorita.
Vuelvo a mirar otra vez la hora en mi móvil y quiero golpear mi cabeza contra la taquilla, porque desgraciamente no lo veré hasta la hora del recreo. O eso creía hasta que noto una presencia detrás de la puerta de mi taquilla. La cierro sonriendo para recibir a mi novio pero no es Hades a quien me encuentro.
Es alguien que ni en mis peores pesadillas quiero ver, el chico rubio de la fiesta de Hades. Jamas olvidaré su cara, y esa misma sonrisa lasciva que lleva ahora en los labios.
Retrocedo cuando se intenta acerca apoyándose en la taquilla y mi corazón late muy nervioso y mi respiración se corta.
—Dicen que ahora estas con Hyland —dice con burla—. Seguro que solo le interesas por lo bien que follas, eso es lo único que quiere de las mujeres.
Quiero gritarle y decirle en su fea cara que mi dios griego ya no es así que el esta conmigo, pero no encuentro mi voz y me siento tan vulnerable, estúpida y débil, incapaz de hacer nada para hacerle frente y que no lo quiero tener cerca.
Se acercó tanto a mi que me estaba empezando a poner nerviosa y a darme miedo, aun con todo el instituto delante no le importaba y me seguía mostrando esa sonrisa lasciva que me daba mucho asco.
—Siempre me pareció que tienes buen culo, te falta teta, pero solo necesito ponerte a cuatro patas y darte todo lo duro que me apetezca —murmuró muy cerca de mi dándome ganas de vomitar—. Te daría todo lo que no pude darte ese día, lo disfrutarías tanto.
Cierro los ojos para evitar llorar y aparto la cara al tenerlo tan cerca, su aliento huele muy raro y no lo soporto.
Me intento alejar y entonces siento que me toca el culo haciéndome pegar un brinco del susto y del asco que me paraliza en mitad del pasillo. Y parece como si todo el pasillo lo hubiera presenciado porque de repente todos se quedaron en silencio, pero no era solo por eso. Al mirar por encima de mi hombro encuentro al chico rubio aprisionado contra la pared con Hades sujetándolo por el cuello ejerciendo mucha fuerza para asfixiarlo.
—Te dejé muy claro que si volvías a tocarla te rompería cada hueso del cuerpo —le gritó Hades mas enfurecido de lo que lo había visto nunca. El chico emitió sonidos raros le costaba respirar por la fuerza con la que Hades los estaba agarrando del cuello:—Ella es mía y no te quiero ver cerca o te mato, lo entendiste?
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Esclava del deseo ✔️ [Esclava #1]
Teen FictionEsta historia esta llena de contenido (+18) no apto para todo el público. Si crees que puedes soportar las escenas eres bienvenid@ a leer esta historia, sino también. Los personajes de esta historia son totalmente inventados pero realmente irresist...