|31

22.6K 1K 346
                                    

El final de todo esto seguramente sería un desastre, pero tenia que intentarlo.

Hoy era sábado por la mañana, lo que significa que tenía que estar en casa. Toqué el timbre una vez y no pasó mucho tiempo hasta que la puerta se abrió dejándome ver unos ojos claros que conocía a la perfección.

—Hola —saludé tímida.

—Hola cielo, pasa.

La madre de Dastin, Lindsay Cooper, se hizo a un lado para dejarme pasar dentro de la casa.

Lindsay ha sido como una segunda madre para mi, al igual que la madre de Cole. Llevamos siendo amigos desde muy pequeños y nuestros padres son muy amigos por lo que pasábamos muchas horas en casa de alguno de los tres.

Por eso no me sorprende nada la mirada con la que Lindsay me mira.

—Lo que haya pasado entre vosotros estoy segura de que solucionará.

Me agarra de las mejillas dejando un beso en mi frente antes de dejarme subir a la habitación de Dastin.

Tomé una profunda respiración antes de tocar a la puerta dando un par de golpes. La puerta de madera blanca se abre y unos ojos azules iguales a los de su madre me reciben.

Jugué con mis dedos tímida sin saber que decir.

—Ven —dijo sorprendiéndome abriendo sus brazos hacia mi.

Sin dudarlo me lancé a abrazarle. Le extrañaba tanto.

—Lo siento mucho —murmuré casi al borde del llanto.

Sus manos acariciaron mi pelo con suavidad y besó lo alto de mi cabeza.

—Ya pasó, tranquila.

Acunó mis mejillas entre sus manos y limpió una lágrima que había escapado de mi ojo.

Me dejó pasar dentro de su habitación y me tuve que aguantar la risa al ver a Cole tirado en la cama de Dastin con la sabana retorcida sobre su cuerpo, un brazo colgado, su pelo negro revuelto sobre la almohada y con babas resbalando por la comisura de su boca abierta.

Salté de golpe sobre Cole despertandolo de golpe que empezó a gritar y hacer muecas de dolor.

—¡Socorro Lindsay!¡Dastin me está matando! —gritó como una niña pataleando.

—Soy Alexa —exclamé sentándome sobre su vientre agarrándolo para que se estuviera quieto.

—¡Ah!¡Me esta atacando una Alexa salvaje! —gritó pero de repente se quedó callado y abrió los ojos para mirarme sorprendido—. ¿Alexa?

—No, soy papanoel —ironicé golpeándolo con una almohada.

—¿Eres papanoel con la cara de Alexa? —se movió casi tirándome de encima —Quiero un dinosaurio morado que sepa escupir perritos calientes y se tire pedos de arcoiris.

—Eres muy raro Cole —hice una mueca y el río.

—¿Como has conseguido entrar? —preguntó torciendo la cabeza como un niño ante un problema de matemáticas complicado—. ¿Os habéis reconciliado?

—Si —intervino Dastin desde la puerta—. Y ese grito de chica lo verá toda el mundo —dijo girando el móvil y enseñándonos el vídeo de Cole gritando conmigo encima.

—Dastonto, ni se te ocurra —le amenazó Cole poniéndose serio.

Dastin sonrió tecleando en su móvil. Cole me empujó de encima de el y salió corriendo detrás de Dastin gritando te voy a matar, solo vestido con unos calzoncillos.

Esclava del deseo ✔️ [Esclava #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora