Esclava del deseo ✔️ [Esclava #1]

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El día del baile.

Estaba tan emocionada que no podía estar quieta.

—¡Au! ¡Adri! Ten cuidado —exclamé cuando mi hermana me dio un tirón en el pelo.

Quedaban unas pocas horas para que llegaran los chicos a recogernos para ir al instituto donde se celebraría el baile de fin de curso. Ahora estábamos Kendra y yo en mi cuarto preparándonos con ayuda de mi hermana pequeña.

Mientras Kendra se maquillaba Adriana me estaba ayudando a peinarme rizándome el pelo para hacerme un medio recogido de lado antes de maquillarme y ponerme el vestido.

Increíblemente después de horas en el centro comercial conseguimos encontrar mi vestido ideal y el de Kendra, aunque no es que lo apruebe pero como a ella le gusta me quedaré callada.

Tardamos casi una hora en terminar de peinarnos y maquillarnos.

En cuanto Kendra salió del baño ya con el vestido puesto, aguanté las ganas de reír.

—Parece como si Miércoles Addams se hubiera convertido en una adolescente viciosa —me burlé.

Ella me sacó su dedo corazón enfundado en unos guantes hasta los nudillos de encaje negro. Su vestido era peculiar, muy parecido al de la niña de los Addams, con el cuello blanco pero las mangas de encaje transparente que disimulaban su gran escote, una falda de tubo con un trozo de tul en la parte de atrás de la falda todo el vestido era completamente negro y demasiado corto para mi. Se hizo un moño alto y se maquilló con tonos oscuros con los labios negro carbón, daba algo de miedo.

—Tu eres una tonta princesita —respondió.

—Ni siquiera me he puesto el vestido aún, y no es de princesa —repliqué poniéndome en pie para pasar el colorete por mis mejillas, no pensaba arriesgarme a que Kendra me maquillara y terminara como un payaso.

Me puse el vestido y los tacones y me sentía un poco como una princesa, pero no lo diría en voz alta para no darle el gusto a mi mejor amiga.

Me encantaba el vestido que había elegido, escote en forma de corazón con tirantes de encaje transparentes con una abertura en la espalda, un finito cinturón plateado con la falda suelta y por encima un falda de tul transparente, todo de un azul celeste que había elegido porque combinaba perfecto con los ojos de Hades.

Me estaba abrochando el colgante que me había regalado Hades cuando el timbre de la casa sonó y se me aceleró el corazón.

Cogí mi bolso y salí corriendo hacia las escaleras y respiré hondo para calmarme antes de bajar. Oí las voces de Hades, Horus y mis padres. Empecé a bajar los escalones despacio y los ojos de mi dios griego se dirigieron a mi.

Si Hades sin camiseta es un dios griego y con vaqueros el mas guapo, con traje negro es el pecado echo carne. Bueno, en realidad lleva medio traje, lleva la chaqueta y la camisa de color negro pero mi Hades no sería Hades si no llevara vaqueros negros y extrañamente lleva converse negras y así esta guapísimo sobre todo con esa pajarita azul que le resalta los ojos.