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Hoy es el día de nochebuena y me sorprende un montón que mi familia no este como loca por toda la casa con los preparativos para la cena. Me despierto mas tarde de los normal gracias al silencio, la casa entera parece estar en calma menos cuando bajo y oigo la televisión del salón encendida. Al asomarme me encuentro a Hades estirado en el sofá con las manos detrás de la cabeza marcando los músculos de sus brazos y dejando ver parte de ese maravilloso abdomen bajo el jersey.

Mis ojos van hacia su mano que hace que se rasca en el inicio de los pantalones moviendo apropósito el jersey hacia arriba para volverme loca al ver esas lineas suaves que definen su abdomen. La sonrisa en sus labios lo delata, sabe de sobra cuando lo espío y mis fantasías sexuales aumentan en mi cabeza.

—Buenos días —la voz de Hades me saca de mi ensoñación de mi chupando esos abdominales y otras partes de su perfecta anatomía masculina.

—Hola —respondo apoyada en el marco de la puerta. 

—Tus padres y tus hermanos han salido a casa de tus abuelos antes de ir a hacer la compra para la cena —me cuenta dirigiendo su mirada azul hacia mi—. No quería despertarte, les dije que yo me quedaba cuidándote.

—¿Y han confiado en ti para dejarnos solos en casa? —pregunto sorprendida. 

El asiente y me acerco despacio hasta estar delante de el y me siento a ahorcajada sobre el, sus ojos deseosos sobre mis labios.

—Así que estamos solos —murmuro acariciando su pecho por encima del jersey, sus cuerpo entero se tensa debajo de mi y sus ojos se oscurecen a la vez que sus manos me rodean la cintura.

—Completamente solos —susurra acercando su boca a la mía quedando pegados pecho contra pecho y me doy cuenta de cuanto nos sobra la ropa.

—Siempre tuve la fantasía de hacerlo en un sofá —admito apartando el pelo de sus frente para poder admirar mejor esas dos joyas preciosas azul hielo con las pupilas muy dilatadas. 

—Te pusiste este pijama apropósito, verdad? —dijo hundiendo su rostro entre mis pechos.

La verdad es que un poco si, normalmente por estas fechas me suelo poner pijamas largos, pero desde que Hades esta en casa no necesito calefacción porque el ya aumenta mi temperatura con su presencia. Y con este simple camisón que se ajusta a mi cuerpo siento que me sobra ropa y me arde el cuerpo cuando me toca.

—Este jersey es horrible —digo tirando del borde de jersey navideño que mi madre le dio. Le doy un tirón para quitárselo—. Ahora mucho mejor.

Mis dedos se perdieron entre el cabello de Hades al pegar mi labios a los suyos.

La mano de Hades se coló bajo mi vestido y dentro de mi ropa interior tocándome. Por la excitación empecé a mojarme, cuando estaba muy mojada los dedos de Hades me acariciaban despacio hasta que deslizó un dedo dentro de mi robándome un gemido.

—¡Hades! —gimo clavando mis uñas en sus hombros.

Mi cuerpo se arqueó y mis caderas se movieron contra su mano.

—Me encanta como gimes mi nombre —murmuró besando mi pezón—. Gime mas mi diosa, quiero oírte.

Con mucha delicadeza baja las tiras de mi vestido exponiendo mis pechos a su boca que atrapa mi pezón haciendo movimientos con la lengua que me hacen gemir. Sus dedos se mueven deliciosamente tocando en círculos y caricias que me hacen mojarme cada vez más.

Siento que estoy a punto de correrme, el orgasmo es grande y esta a punto de explotar cuando saca los dedos de mi.

Me quejo y tiro del botón de sus pantalones sacando su miembro dándole lentas caricias poniéndose muy dura bajo mi mano. Alcé mis caderas llevando su pene a mi entrada y me fui dejando caer sobre el hasta tenerle por completo dentro de mi.

Esclava del deseo ✔️ [Esclava #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora