Alguien Como Ella | TERMINADA

Es lo Mejor

POV CALLE

-¿Entonces todo eso paso?- Sebas comenzó a reírse de la pequeña historia que pasé ayer con Poché.

-Bueno, tampoco fue lo mejor, pero eso hizo la tonta, desaparecer toda una noche- respondí en un suspirando comiendo una papa frita -Además, no hay nada de risa en esto- con eso que dije, él rió más.

-Me parece increíble, ¿y sabes qué me parece más increíble?- preguntó dándole un trago a su malteada.

-¿Qué?- lo miré fijamente esperando su respuesta.

-Qué la hayas ayudado a pesar de como se llevan- contestó con una sonrisa viendo el paisaje.

-¿Y como se supone que nos llevamos?- le pregunté. Él me miró severamente con una ceja alzada -Bien, si lo sé, pero no podía dejarla pasar eso, tuvé una pequeña charla con su hermana, me hizo pensar de una manera diferente.

-¿Y que te dijo?- preguntó acomodándose sobre la banca.

-Qué dejaras el chisme- le respondí negando con la cabeza -Bueno...- me aclare la garganta -Estamos aquí por otra cosa.

-Es verdad- él se movió incómodo en su asiento.

Hace unos minutos había comenzó la hora de almuerzo, nos dirigimos hacia afuera en busca de un lugar lejano donde estemos seguros de que nadie nos molestaría, y al final encontramos uno. Nos sentamos sobre una banca mirando a pocos estudiantes pasar.

-Pues, ¿por dónde empezar?- se preguntó él jugando con el envase de la malteada.

-¿Por el principio?- lo trate de ayudar a encontrar un punto de comienzo.

-¿Y cuál es el principio?, ni siquiera sé cómo pasó todo esto Calle- él tomó sus cabellos peinando los hacia atrás -Ni siquiera me di cuenta cuando ya había caído.

Lo miré mal, muy mal.

-Fueron en los cursos que te pagaron tus mamás, ¿verdad?, antes de entrar te pidieron que estuvieras mejorando en una materia, ¿ahí fue?- cuestioné y él soltó un suspiro asintiendo.

-Sí, estábamos solos y ella me ayudaba, y no solo en las materias, también en mis emociones- él sobó sus manos -Por algún motivo me sentía tranquilo a su lado, a veces discutía con mamá por cosas tontas y cuando llegaba ella a darme clases me sentía de nuevo en paz con su sola presencia, la llegué amar en corto tiempo- confesó.

Bien... Eso dolió.

-Ella es una persona buena, respeta a los demás, es responsable, graciosa, alegre, su sonrisa... es perfecta...- él se quedó pensando un poco, como si estuviera decidiendo si decir algo o no.

-Sebas...

-Ella no merece estar así- me interrumpió levantando su rostro.

-¿Cómo así?- pregunté sin atender.

-Ella dijo que aunque tiene miedo por su carrera, teme más por mí, que me expulsen o algo, o cómo lo tomaría mis madres o mi círculo social- los ojos de Sebastián comenzaron a ponerse vidriosos.

-Pero tus mamás son personas maravillosas, no hay que preocuparse- dije frunciendo el ceño -Y si te expulsan puedes ir a otra escuela.

-Intenté decirle todo eso pero no me quiso escuchar, le dije que se calmara, pero en cambio me contestó que me mantuviera alejado por un momento, por eso fui detrás de ti esa noche, quería convencerte de que no dijeras nada y también decir de una vez la verdad- se me partió el corazón al ver a Sebastián sin saber que hacer.