Alguien Como Ella | TERMINADA

¿Dejarte Ir?

Estoy sorprendida, realmente nunca pensé que Calle me fuera a dar esa respuesta, tan tranquila, como si supiera como soy, siendo paciente conmigo... ¿es esto real?

—Lo siento— susurré sin saber que decir en ese momento.

—No importa— dijo estrechandome a ella aún más —Lo que en realidad importa es que ahora estoy aquí.

(...)

—Adiós cosita hermosa— me despedí de Ramón que estaba en manos de Calle.

Me alejé un poco y miré a Calle directamente a los ojos, pensando si hacer lo que tengo en mente o no... pero, el que no arriesga no gana, ¿verdad?

—Adiós Calle— me impulse para poder dejar un beso en su mejilla, al hacerlo senti mi corazón acelerarse —Buenas noches— me aleje de ella para entrar rápidamente al departamento.

Mierda. ¿Es en serio que puedo llegar a  sentir eso con ella? Debe ser una mala broma de mi cerebro. No debe suceder, con ella no.

(...)

—Te necesito— confesé mientras jadeaba. Apreté el celular en mi mano —Y no sabes cuanto— añadí.

—Poché...— Calle susurró al otro lado de la línea —Te encontré.

(...)

—Quedate conmigo— dije sintiendo el calor en mis mejillas —Si lo haces, estaremos cerca y me impediras hacer una locura.

—¿Y cómo vamos a hacer eso?— preguntó entre lágrimas —No siempre estaremos juntas.

Tome el anillo de corazón que portaba y lo quite de mi dedo. Mi mano tomó con delicadeza la de Calle, acerqué el anillo a su dedo anular y se lo coloque.

—Esto hará que tenga la necesidad de volver a por el— comencé a hablar mientras le dejaba un beso en el dorso de su mano —Y ante eso, estar contigo una vez más— la miré fijamente —Como si fuera una excusa para verte.

(...)

—Oye, mientras yo esté nunca más volverás a estar mal, ni decaer, ni estar sola, me vas a tener a mí, ¿entendido?— me preguntó Calle con seriedad. Yo asentí con duda, no sabía si confiar en sus palabras —¿Entendido?— repitió.

—Sí— respondí rendida. Ella se acercó y me abrazó protectoramente —Gracias, Calle— murmuré.

(...)

—¿Me puedes prometer algo?— pregunté con nerviosismo mientras la miraba jugar con un mechón de mi pelo.

—Claro, pero depende de que trate— respondió con una sonrisa.

—Me prometes...— aparté mi vista de ella, no quería verla cuando dijera eso —¿Qué nunca te alejarás de mí?— pregunté por fin después de soltar un suspiro.