Despertar

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(maratón 2/2)

-¡Santiago déjalo!- escucho a Allison gritar pero no le tomo ni la más mínima importancia.

Me encuentro encima de Mario. Mis piernas están a sus costados y con mis dos manos lo golpee repetidas veces hasta que el ritmo baja cada vez más por el cansancio. Mario tiene su rostro lleno de sangre y mis nudillos manchados. Su ceja está rota, su labio también y posiblemente su nariz. Mis golpes dejarán marca en sus pómulos y en su ojo, pero realmente no me importa, él merece pagar por haber hecho todo eso, él merece pagar por todo lo que hizo, aunque se que esto no es suficiente.

-¡Hey!, ¡Basta!- unas manos pasaron por mis costados y rodearon mis hombros alejandome del cuerpo, seguramente, inconsciente de Mario.

Yo no puse resistencia, me dejo llevar, estoy tan cansado como para intentar liberarme.

Al estar lejos de Mario, comienzo a respirar agitado, la adrenalina recorre mis venas todavía y no se detiene. En unos momentos regresé a mis cinco sentidos dándome cuenta de donde estoy, que hice y que soy.

Bajo la vista para ver mis manos llenas de sangre y mis nudillos lastimados. Levanto la vista viendo a dos chicos y una chica a lo lejos, están preocupados y tratan de socorrer a Mario, pero él no responde.

-¿Qué pasó Santiago?- Sebas apareció en mi campo de visión, tiene su entrecejo fruncido, está preocupado y posiblemente enojado -¿Por qué lo golpeaste de esa manera?- pide explicaciones.

Dejo de ver a Sebastián para observar a unos cuantos pasos a Allison que tiene su mirada perdida en algún lugar de aquí y su boca tapada con una de sus manos.

-Lo siento- respondo viendola todavía. Mi pecho sube y baja por la agitación -No sé que me pasó- lleve mis manos a mi traje tratando de limpiar la sangre que está ahí. Ahora llega el arrepentimiento -Perdón- susurro.

-Creo que se te pasó un poco la mano- comentó Paula llegando al lado de nosotros -¿Pero qué pasó para que acabarán así?-

-Disculpen, en serio, pero me tengo que ir- contesto peinando mi pelo hacia atrás desesperado -Lo siento de verdad- dije antes de alejarme de ellos y de sus preguntas.

En unos segundos pude llegar al coche en donde llegamos los cuatro. Me recargue en la puerta y dejo mi espalda pegarse en ella. La fría noche sirve para despejar mis pensamientos.

Saque del bolsillo de mi pantalón mi celular encontrándome con muchas llamadas perdidas de Daniela y al final un mensaje suyo se dejó ver, en este dice que se queda a dormir y que no la espere. Le contesto rápidamente que no se preocupe ya que estoy a punto de irme. Guardo de nuevo el celular más relajado. Me doy la vuelta abriendo la puerta del coche y entro en el, enciendo el motor para irme de una vez de aquí, ojalá nunca hubiera venido.

POV CALLE

A la mañana siguiente...

Estaba durmiendo plácidamente hasta que escucho ligeros golpes en la madera de la puerta, eso basto para despertarme completamente y abrir mis ojos.

La primera impresión que tuve fue muy mala ya que no me encuentro en mi habitación, pero después recuerdo que me quedé a dormir con Poché la noche anterior y me tranquilizo.

Llevo mi atención hasta la puerta, por la voz que se escucha al fondo se que es Juan Carlos él que habla.

-Poché hija, bajen a desayunar, ya está todo listo, las esperamos- menciona al otro lado de la puerta. Después escucho sus pasos alejarse.

Me doy media vuelta todavía media dormida encontrándome a una Poché acostada boca arriba y con una mano sobre su frente, esa pose me hizo sacar una leve carcajada.

Alguien Como Ella | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora