Ramón

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-¡Poché, cuidado!- Calle gritó haciendo que diera un pequeño brinco -Lo puedes llegar a lastimar- me advirtió cuando me acerque a tomarlo entre mis manos.

-Gracias por preocuparte por mí- dije con sarcasmo.

-Bueno, ¿qué te puede hacer un simple cachorro?- preguntó con sus manos sobre su cintura.

-No lo sé, ¿morderme?- dije acercando mi mano a él, y justamente elevó su cabeza y salto a hacia mi mano, la aleje por reflejo pero alcanzo a morderme un poco el dedo.

-Wow, ¿estás bien?- Calle pregunto al ver levantarme enseguida.

-¡No!- respondí con mueca de dolor -Dios tiene una mordida fuerte- me quejé checando si dejo alguna marca y efectivamente se notan pequeños colmillos en mi dedo índice.

-Dejame ver- ella apartó mi mano para ver mi dedo y se quedó un segundo viéndolo -Exagerada, yo no miró nada ahí- dijo comenzando a reírse.

-Ahí hay algo y duele mucho- mascullé desesperada dando pequeños brincos.

-¿Poché estás bien?- Vale se acercó a mí examinando mi mano -Yo no miró nada.

-¡Vale!, ¿tú también?, ¡ahí hay algo!- me quejé desesperada.

-Uy, ya cálmate- Calle envolvió mi dedo entre sus manos dando leves masajes.

-¿Qué estás haciendo?- le pregunté con mi mirada en ella.

-Estoy haciendo que se baje tu dolor- respondió concentrada en el trabajo que estaba haciendo en mi dedo.

Lo miré como un chiste, ¿cómo se me puede bajar el dolor con eso?, pero al final me sorprendí que, al poco tiempo, empezó a dar efecto, ya no sentía tanto el malestar, la calidez de sus manos comenzaron a calmar eso.

-¿Mejor?- preguntó viéndome a los ojos.

Automáticamente también la miré a los ojos, en ese pequeño momento tragué saliva y el ambiente comenzó a ponerse incómodo para mí. Quería acabarlo ya además de que empezaba a sentir un poco de calor. Su mirada me intimida demasiado ahora mismo y este sentimiento no me está gustando.

-Mejor- respondí alejando mi mano de las suyas -Gracias- mencioné sin mirarla.

-¿Entonces como lo ayudamos?- Vale preguntó inclinándose mientras apoya sus manos sobre sus rodillas.

-Hay que calmarlo primero- le respondí -Desde una distancia segura, obviamente.

-Dejame intentarlo- Calle se acercó al perrito lentamente.

-No lo hagas- la tomé del brazo impidiendo que diera otro paso -¿No ves lo que me hizo?- dije enseñándole mi dedo -Te puede pasar lo mismo.

-Exageras mucho- rodó los ojos -Pero qué bonito gesto de tu parte tratar de cuidarme- me sonrió. Al oír eso la solté inmediatamente.

-Haz lo que quieras- dije elevando mis dos manos mientras camino hacía Vale.

Calle se acercó y se puso rodillas al lado del perro, pareciera como si le estuviera contando algo pero con voz cariñosa. Aunque se vió raro, pareció funcionar ya que ella estaba aproximando sus manos y el Pug hasta el momento no a hecho nada. Tuve un pequeño gesto involuntario de alejarla de ahí pensando que le llegaría hacer algo, pero me detuve antes de hacerlo. Me sorprendió al verla poniéndose de pie con el cachorro entre sus brazos.

Wow, Daniela Calle, wow.

-Aquí está, es un buen chico- dijo acariciando su cabeza para después elevarlo.

Alguien Como Ella | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora