Alguien Como Ella | TERMINADA

De Vuelta A Casa

Por fin llegó mañana, por fin puedo volver a casa, ver a Valentina, ¡A Ramón!, Dicen que ahora es más grande, estoy muy emocionada, me perdí de su crecimiento pero ya no más.

Mi papá ya había hecho todos los trámites para salir del hospital, todo está resuelto, aunque me sigo preguntando cómo habrá pagado todo eso, pienso que es mucho dinero, pero en fin, desde ayer no he sabido nada de Calle, eso me preocupa, me dicen que todo está bien, que ella está bien pero... No lo sé, la última vez que la ví actuó extraño.

-Poché, llegamos- avisó papá y rápidamente se dibujo una sonrisa en mi rostro.

Me baje del coche y papá le pago al conductor. Por fin llegué al edificio, a casa. Estire mis músculos, estar acostada en una cama por un mes no me favoreció en nada, todavía tengo que hacer algunos estiramientos para recuperar muy bien la movilidad.

Papá y yo decidimos subir por las escaleras para ahorrarme más ejercicios. Se me hizo muy rápido el ascenso en realidad hasta nuestro piso en realidad.

Mi papá busco sus llaves, cuando las encontró dió un vistazo hacia atrás, donde estoy yo y después le dió la vuelta al pomo de la puerta abriéndola. En medio de la sala, está mi hermana con Ramón en manos, al verme fuera, lo soltó dejando libre al Pug y el corrió hacia mí. Lo cargue contenta.

-¡Ramón!- chillé de emoción mientras lo abrazó -Te extrañe tanto bebé- le di un casto beso en el cachete -Ya estás demasiado grande, ¡Y gordito!- exclamé entre risas.

Entre al departamento, cuando di un paso dentro, mis amigos salieron de atrás de los sofás, de la barra de la cocina, de todas partes bien dicho gritando un ”¡Bienvenida!". Muchos globos que ellos tenías en las manos los aventaron al igual que confeti hacia mí. Yo solo sonreí al verme bañada de papelitos con forma de círculos diminutos.

Note que además de amigos mire algunos familiares que hace mucho que no veía, me siento feliz al vernos reunidos. Di un rápido vistazo y Mario no está... Al igual que Calle, realmente pensé que esta sería la sorpresa de ella.

-¡Poché!- Vale gritó y se acercó a mí corriendo. Literalmente salto sobre mí y se abrazo como koala.

-Ey- comencé a reír mientras acarició su cabello.

-Te extrañe, te extrañe, te extrañe hermanita- susurró en el hueco de mi cuello.

-También te extrañe- la abracé y le di un beso en su cabeza. 

-Qué bueno que ya llegaste- llegó Sebastián a nuestro lado, a ese entonces, Valentina ya me había dejado libre.

-También me da gusto, estar en un hospital me hace mal- confesé en un suspiro.

-¡Poché!- Juan gritó y me abrazó rodeando sus brazos por mí cuello. Juana también llegó pero ella me abrazó por la cintura.

-¡Chicos!- me queje al ver que casi nos caíamos.

-Por fin podremos ir al cine, o de comprar, o a un parque de diversiones- comenzó a decir Juan con una sonrisa.

-No te adelantes Juan, Poché seguramente necesite descansar- habló Juana viéndolo fulminante.

-Todo lo que menos quiero es descansar- mencioné.

-¡Entonces qué inicie la fiesta!- gritó Paula mientras pone música.

Todos, que antes estaban hablando, comenzaron a bailar felizmente, unos si se quedaron sentados simplemente viendo. No es la fiesta más grande pero, al final no importa como está hecha o construida, lo único que debe importar es lo que contiene, en este caso, las personas que me hacen feliz.