¡Feliz cumpleaños Mickey!

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Los quiero mi gente~

¡Y felicidades Mickey Mouse! 😁

Mickey entro a su casa, cerrando la puerta con con un suspiro y dejando las llaves sobra la mesa, pasándose una mano por su rostro con algo de cansancio. La semana antes de su cumpleaños siempre era la más agotadora de todo el año, con tantas celebraciones y especiales hacían que los días fueran realmente pesados. Por lo menos, ya estaba en casa y podía dormir un poco antes de la gran fiesta.

-¿He?- parpadeo con algo de sorpresa al ver a alguien sentado en una silla de su cocina.

-Hola~- la coneja ojos heterocromáticos le sonrío enormemente, levantándose de su lugar y acercándose al ratón.

-¿Ink?- la miro con confusión. -No es que no este feliz de verte pero...¿que haces aquí?- pregunto con curiosidad.

-Tengo una sorpresa para ti~- canturreo, llevando ambas manos tras la espalda.

-¿Sorpresa?- enarco una ceja, ella asintiendo con energía como respuesta. -Muuuy bien- se rasco ligeramente la nuca. -¿Necesita que...?-

-¡Ponte esto!- le interrumpió enseguida, casi empujando en el rostro ajeno un antifaz para dormir de color completamente negro. El ratón miro lo que ella le dio, para después mirarla fijamente. -Confía en mi~- Ink sonrío con tranquilidad, aplaudiendo ligeramente con emoción al ver como él se ponía el antifaz y se lo acomodaba, sonriendo al terminar. Ink agito su mano frente a la cara ajena, sonriendo al no ver reacción alguna. -¡Muy bien!- lo agarro de las muñecas y lo empezó a arrastrar, riéndose ante el ligero chillido que dio su amigo.

-¿A donde me lleva?- pensó con curiosidad, la cual aumento cuando ella lo soltó y lo dejo parado. Mickey escucho atento, ella se reía ligeramente y caminaba por la habitación, como si estuviera buscando algo. -¿Ink?- sintió unas manos en sus hombros y luego, un empujón. Grito al caer de espaldas, bufando al aterrizar en lo que parecían ser los brazos de alguien. -¡Hey!- se cruzo de brazos al no recibir respuesta, sintiendo como quien lo sostenía caminaba hacia algún lado y luego se detenía, dejándolo de pie. Mickey podía escuchar múltiples paso a su alrededor pero nada más.

-¡Puedes ver ahora!- escucho la voz de Ink gritarle. El ratón se saco el antifaz, parpadeando ligeramente para acostumbrar sus ojos a la iluminación y mirando con gran sorpresa lo que tenía enfrente.

-¡SORPRESA~!- todos los que habitaban el Páramo estaba ahí parados y con grandes sonrisas, sus amigos de diferentes mundos parados en medio mientras lo saludaban con energía. Mickey alzo la vista, viendo el cartel de "¡Feliz cumpleaños!" colgado en lo alto del gran castillo.

-¡Feliz cumpleaños, hermano!- Oswald fue el primero en acercarse y rodear sus hombros con su brazo, despeinando ligeramente al ratón con el nudillo de su otra mano. Los demás no tardaron en acercarse con vasos de jugo en las manos.

-¡Felicidades Mickey!- Felix le sonrío enormemente.

-¡Feliz cumple Mickey!- sonrieron los hermanos copa.

-Gracias chicos- el ratón no pudo evitar reír ligeramente, aceptando el vaso que Ink le extendía.

-No es ningún problema~- ellos sonrieron, contentos de que a su amigo le haya gustado.

-No, en serio...- los miro con una ligera sonrisa pero sus ojos brillaban con alegría pura. -...muchísimas gracias por esto-

-Es tu cumpleaños amigo...- Cup apoyo su mano en el hombro ajeno.

-...¡teníamos que hacer algo!- continuo Mug con gran alegría.

-Muy cierto~- asintió Ink con una sonrisa. Mickey soltó su característica carcajada al sentir la mano de su hermano en su cabeza y la del felino en su hombro.

-A todo esto...- Bendy llamo la atención, moviendo ligeramente su cola. -...¿cuantos años cumples?- los hermanos y el demonio enarcaron una ceja al ver como Ink y Felix reír por lo bajo.

-B-Bueno...- se rasco la nuca, luciendo nervioso y avergonzado. -...cumplo 90 años-

-¡¿90 años?!- lo miraron con gran sorpresa, sin poder creerlo.

-Te mantienes bien, mi amigo~- silbo el demonio con asombro.

-Oswald tiene entre unos años más- señalo al conejo.

-Y yo tengo un poco más de 100 si no calculo mal- hablo Felix, pensativo.

-Si que son viejos...- murmuro Cup, desviando la mirada y fingiendo demencia ante la mala mirada de los toons más antiguos.

-Ten~- Ink hablo, llamando la atención. Le estaba extendiendo una caja decorada con papel rojo con lunares en negro y blanco.

-¿Un regalo?- lo tomo suavemente, sonriendo. -No debieron, con tenerlos aquí y con la fiesta es más que suficiente-

-No seas sentimental y ábrelo- rió el conejo con diversión. El ratón rio, sujetando con una mano la caja y abriendola con la otra, esta cayéndose de su mano al piso al ver el contenido.

-Ho chicos...- una sonrisa llena de cariño se pinto en su rostro. Saco el objeto y lo miro fijamente. Era un porta-retratos con una foto de todos ellos: Mickey estaba en el medio con el brazo de su hermano rodeando sus hombroa, del lado derecho estaba Felix, junto a Cup y Bendy, mientras que del lado izquierdo estaba Ink y Mug tomados de las manos. Todos ellos se estaban riendo de algo que no podía recordar, viéndose tranquilos y felices. -Gracias- les sonrió a sus amigos, contento con el regalo.

-¡Mickey!- Ortencia se les acerco, mostrando una gran sonrisa. -¡Felicidades!- lo abrazo con fuerza, soltando una ligera risa al escucharlo jadear. Los soltó, viendolo jadear por aire.

-G-Gracias Ortencia- sonrió.

-¡Ho!- ella pareció recordar algo. -Tengo vinos pequeños que quieres darle cariño a su tío~- Mickey solo alcanzo a parpadear ligeramente antes de ser empujado al piso y enterrado en un montón de conejitoa de pelaje celeste. Podia escuchar las risas de sus amigos, las múltiples voces de sus sobrinos diciendole paralabras de cariño y los abrazos que le daban. Y ahí, entarrado entre los pequeños, se sentía querido y tranquilo.

Extra XD

Mickey entro a la habitación que su hermano le había dado en el gran castillo del Páramo, sonriendo ligeramente al ver miltiples regalos dejados de manera ordenada en una esquina. Camino a paso lento hasta la cama, acostandose y dejando escapar un tranquilo suspiro apenas su cabeza toca la almohada. Gira la cabeza para mirar las fotos nuevas: la que le dieron sus amigos y la que Ortencia le regalo (una foto de él enterrando en conejitos y ella riéndose a carcajadas a un lado).

-Que buen día...- murmura con una sonrisa cariñosa. Se termina de comodar, se tapa y cierra los ojos, fue un gran cumpleaños.

The Old Toons 1️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora