Oswald, el niñero #2

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Espero que les guste~

Petición de: muchos XD

-Alguien...deme paciencia por favor...- Oswald respiro profundo, dejando escapar un largo suspiro. Cerro los ojos y se los fregó, abriéndolos nuevamente, gruñendo al ver que nada había cambiado: frente a él, en el suelo, en medio del gran desastre que antes era su sala, había dos tasas con rostro. -¿Qué paso?- se arrodillo, viéndolos con seriedad.

-¡Fue ese demonio!- gruño Cup con el ceño fruncido.

-¡Se llevo nuestros cuerpos!- lloriqueo Mug con pánico. El rey suspiro nuevamente, agarrando las tasas y dejándolas suavemente entre el montón de almohadas, asegurándose de que no se movieran de ninguna manera. Camino hacia la cocina, enarcando una ceja al notar a la pequeña coneja sentada en el mostrador con su garrón de galletas, sus mejillas y manos manchadas de chocolate.

-Ink...- se acerco, al mismo tiempo que ella masticaba y levantaba la vista para mirarlo. -...no deberías comer tanto dulce-

-Ok- asintió, colocándole la tapa al garrón y haciéndolo a un lado, quejándose ligeramente mientras él limpiada sus manos y su rostro. En cuanto termino, la alzo y llevo al a donde aun estaban las cabezas de los hermanos, sentándola en medio.

-¿Los cuidarías por mi?- pregunto con una sonrisa.

-¡Claro que sí~!- asintió rapidamente, luciendo emocionada.

-Bien- asintió y alzo las orejas al escuchar un grito aterrorizado. Corrió hacia una de las habitaciones, abriendo la puerta de golpe y parpadeando ligeramente.

-¡Ayuda!- Felix tenía el pelaje totalmente erizado y estaba aferrado al techo con ayuda de sus garras, una expresión de espanto pintada en su rostro; mientras que en el suelo podía ver un par de cuerpos muy familiares tropezando entre ellos y tanteando el suelo; junto a estos estaba Bendy tirado en el suelo y riéndose a carcajadas. El conejo se rasco la nuca. No mucho después, los cuerpos ya tenían su respectiva cabeza, Ink acariciaba con una ligera sonrisa un nervioso Felix, con Bendy sentado a su lado con un chichón notable en la cabeza.

-¿Donde esta Mickey?- pregunta de brazos cruzados. Los infantes se miran entre ellos, para después mirarlo a él con los ojos bien abiertos.

-No sabemos- negaron al unisono.

-Rayos...- gruño con molestia, pensando. Miro a los niños, metiendo la mano en el bolsillo de su pantalón y sacando una familiar pequeña esfera transparente. Los infantes notaron aquello, soltando un grito y levantándose, dispuestos a correr como locos.

... ... ... ...

-¡Mickey!- salio del castillo, sintiendo el comienzo del pánico. Su hermano no estaba en ninguna parte del gran castillo, solo quedaba que estuviera cerca y que no se hubiera metido a ningún proyector o se haya subido al tren. -¡MICKEY!- miro a su alrededor, sin poder ver al ratón por ningún lado y empezando a sentirse desesperado.

-¿Ozzy?- se volteo al instante, toda la tensión saliendo de su cuerpo al ver al pequeño ratón salir de atrás de la gran estatua.

-¡Mickey!- corrió y lo alzo sin dudarlo, abrazándolo con fuerza.

-Lo siento- murmuro el ratón, sollozando ligeramente contra el hombro del conejo.

-Shhh, esta bien- apretó un poco el agarre que tenia en su hermano. -Me alegra que estés bien...- dejo escapar un suspiro de alivio, sintiendo las pequeñas manos de su hermano aferrarse a él. Camino de vuelta al castillo, abriendo la puerta y cerrándola tras él.

-¡Sáquenos de aquí!- chillaron los infantes encerrados dentro de una gran burbuja transparente. El rey palmeo ligeramente espalda del ratón, dispuesto a limpiar y organizar un poco el lugar antes de soltarlos.

The Old Toons 1️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora