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Hace poco más de cinco meses mi mayor preocupación era qué chico me llevaría al baile del instituto.
Hoy, tengo que hacer malabares para que ni la policía ni el Clan Romanov ni mis amigos ni mi hermanita sepan quien soy en realidad. Porque cuando mi padre murió, el dolor de su pérdida no fue lo peor que dejó atrás.
Los Bunner querían cobrar su dinero o se llevarían nuestra casa y nuestras vidas. Para evitar eso debí convertirme en "la chica de los recados" de la mafia más poderosa de la ciudad. Y los recados que la mafia envía nunca son agradables...
Y menos agradable aún es Eliseo Bunner, mi mentor y compañero a  quien solo quiero estrangular y tal vez besar. Claro, eso si él o los Romanov no me estrangulan antes a mí. ¿Les dije que el apellido de mi profesor de filosofía es Romanov? Y casualmente es el siguiente objetivo de los recados Bunner.

Deuda de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora