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DESEO: UN PASO EN FALSO
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Hinata caminó con pasos ligeramente apresurados por los largos y concurridos senderos de ese campus universitario, había colgado su mochila al hombro y trataba de calmarse, evitaba en todo momento establecer contacto visual con alguno de los estudiantes que se cruzaban en su camino, temiendo que su nerviosismo fuera visible.
—¡Hinata!— la voz alegre que reconoció como de su compañera castaña, la hizo cerrar los ojos al detenerse.
—Ho-hola, Matsuri— saludó y sonrió sinceramente cuando la chica llegó a su lado.
La castaña suspiró al detener sus apresurados pasos y devolvió el saludo —Ya casi es hora de clase, ¿trajiste el informe que pidieron?— preguntó con un rastro de preocupación.
—El informe— mencionó débilmente la ojiperla al bajar su mirada —. Bu-bueno, sí, pero...
La chica le sonrió —Yo no entendí mucho, pero creo que no me quedó tan mal— aceptó para comenzar a caminar cuando la Hyuuga lo hizo.
—Sí... creo que a mí tampoco— aceptó la peliazul, aunque reconocía que no estaba ni cerca de ser su mejor trabajo presentado. Su padre volvería pronto y se temía que no iba a estar nada contento... otro problema que sumarle a los que ya tenía.
"Cielos", pensó preocupada.
Todavía tenía en la piel todas esas sensaciones que el Uchiha le generó, pesando sobre ella. Negó en silencio al atravesar la gran puerta del edificio de su facultad. Ese chico era un ser cruel, frío y manipulador... se le apretó el pecho al recordar sus palabras, asegurándole que él no tenía amigos y que no los necesitaba..., ¿es que acaso no le importaban esas personas que lo apreciaban?... se estremeció al darse cuenta cuán diferentes eran.
—¿Hinata?— la llamó la castaña otra vez.
—¿Uh?— respondió al sobresaltarse y voltearla a ver.
—¿Y qué piensas?
—¿De... de qué?
La chica bajó su cabeza —... no has estado escuchando nada, ¿verdad?
La peliazul abrió los ojos apenada y se ruborizó suavemente —l-lo, lo siento, Matsuri, yo... yo estaba... ah— habló apresurada, ¿cómo explicarle lo que pensaba? —¿Qué me decías?— terminó por cuestionar avergonzada.
La castaña suspiró y se abstuvo de cuestionar el motivo de su distracción.
—¿Te pregunto si a ti no te incomodará trabajar con algún sempai?— cuestionó mientras torcía los labios desganada y sujetaba ambas correas de su mochila que también portaba en la espalda.
La ojiperla abrió los ojos sorprendida al apenas recordarlo.
—Va ser incómodo, no los conocemos y aparte, seguro creerán que somos estúpidos por ser novatos, ¿no crees?— volvió a hablar ante el mutismo de su amiga.
La peliazul frunció el ceño al verla tan recelosa.
—N-no creo...— se forzó a decir, ella se sentía incómoda por razones distintas —, seguro ellos pasaron por algo igual en su momento.
La chica resopló —Aun así... es incómodo, ojalá nos dejara escoger— dijo al ver que habían llegado ya al enorme salón donde se impartiría su taller.
Hinata asintió y se llevó una mano al pecho al entrar al lugar, no era la primera vez que estaba ahí, pero si era la primera vez que vería a Naruto después del tonto impulso que tuvo al besarlo, y además, ese chico de profundos ojos negros, también estaría ahí y esa promesa de no dejarla en paz, la atormentaba.
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Consecuencias
FanfictionCuando la vida de Hyuuga Hinata recién comenzaba a cambiar y creía encontrar el amor, el destino le interpondría a Uchiha Sasuke, la persona que cambiaría y marcaría el resto de su vida. ¿Cuándo el acto más despreciable cometido hacia una mujer, uni...